Tribuna:

Pies planos

Una de las pocas cosas que hasta ahora venían compensando de ser miope o tener los pies planos era que te librabas de la mili, como Aznar, que no es miope y anda bien, pero que algo debe de tener plano porque se libró de todos modos. Serra tampoco la hizo, pero su caso es más fácil de entender; además, luego se vengó siendo ministro del Ejército. La cosa es que hay en marcha un proyecto del Ministerio de Defensa que pretende anular este privilegio tradicionalmente otorgado a los pies planos y a los miopes. A uno le dan ganas de preguntarse por qué, de súbito, son válidos para el Ejércit...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Una de las pocas cosas que hasta ahora venían compensando de ser miope o tener los pies planos era que te librabas de la mili, como Aznar, que no es miope y anda bien, pero que algo debe de tener plano porque se libró de todos modos. Serra tampoco la hizo, pero su caso es más fácil de entender; además, luego se vengó siendo ministro del Ejército. La cosa es que hay en marcha un proyecto del Ministerio de Defensa que pretende anular este privilegio tradicionalmente otorgado a los pies planos y a los miopes. A uno le dan ganas de preguntarse por qué, de súbito, son válidos para el Ejército sujetos que durante decenios habían sido rechazados.Dicen los médicos que la falta de agudeza visual no impide realizar, si se usan gafas, casi ninguna actividad profesional. Pero las gafas no son un invento de ahora mismo, ni las oficinas. Las oficinas llevan siglos inventadas, de manera que no se entiende bien por qué los pies planos no pudieron realizar hasta ahora en las oficinas del Ejército las tareas que se les asignará en el futuro. A ver si es que el Ejército no tenía oficinas.

Sin embargo, parece que se pretende excluir a los portadores del sida, con lo que el ministro del Ejército, que antes lo fue de Sanidad , entraría en flagrante contradicción consigo mismo. Habíamos quedado en facilitar la integración social de estos afectados, y hasta me parece haber visto a García Vargas en la tele dando doctrina sobre los derechos de Montse, la niña malagueña que tenía problemas en el colegio.

En fin, ya veremos en qué queda todo esto, pero a mí me parece una tontería pretender excluir también, tal como señala el proyecto, a los que tienen la colita pequeña o carecen de testículos. Precisamente, una de las primeras cosas que te dicen cuando llegas a la mili es que los cojones te los dejes en casa.

Sobre la firma

Archivado En