Los aguafiestas de la Francfort cosmopolita

Francfort es la ciudad con mayor proporción de extranjeros de Alemania y también la de mayor índice de criminalidad, muy por delante de la que le sigue. Estas circunstancias la hacen especialmente atractiva a opciones de ley y orden, que de una manera u otra todos los partidos habían incorporado a sus programas. Pero nadie como los Republikaner, y esto les ha proporcionado diez escaños en el Röme, el Ayuntamiento.En los distritos más conflictivos los reps han llegado a obtener hasta un 20% y es precisamente en estos lugares donde más votos ha perdido el SPD. Petra Roth, la candidata dem...

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Francfort es la ciudad con mayor proporción de extranjeros de Alemania y también la de mayor índice de criminalidad, muy por delante de la que le sigue. Estas circunstancias la hacen especialmente atractiva a opciones de ley y orden, que de una manera u otra todos los partidos habían incorporado a sus programas. Pero nadie como los Republikaner, y esto les ha proporcionado diez escaños en el Röme, el Ayuntamiento.En los distritos más conflictivos los reps han llegado a obtener hasta un 20% y es precisamente en estos lugares donde más votos ha perdido el SPD. Petra Roth, la candidata democristiana a la alcaldía de Francfort, negó ayer tajantemente, al igual que lo hicieron todos los políticos de su partido, la posibilidad de formar coalición con la extrema derecha, lo que podría forzar una gran coalición con los socialdemócratas. "La CDU no trabajará con los radicales de derechas y esto incluye a los Republikaner", había dicho ya a este periódico pocos días antes de las elecciones.

Los reps son los aguafiestas. Heinrich Frank, su candidato, un antiguo militante democristiano y un político profesional, no duda en admitir: "Nuestro voto natural a nivel de todo el país no es más de un 2% o 3%, el resto es voto de protesta". Pero niega rotundamente ser un un partido de extrema derecha. "Somos un partido nacional conservador, defendemos los intereses de Alemania. Los clichés ya no sirven hoy en día", dice.

Frank lamenta la ola de violencia neonazi de los últimos tiempos, aunque por confusas razones: "Desde Mólin (donde murieron abrasadas tres mujeres turcas el pasado mes de diciembre) nos hemos sentido más mal que nadie. No hay que recurrir a la violencia, los problemas pueden resolverse en el Parlamento. Pero, al igual que la política de Madrid es, en parte, culpable de la existencia de ETA, lo mismo sucede con la política de Bonn e incidentes como los de Rostock".

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