El juez deja en libertad al conductor ebrio de la EMT que provocó un accidente

El conductor de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) que empotró su autobús en una boca de metro de Cuatro Caminos, Ángel Díaz Villaseñor, quedó ayer en libertad tras prestar declaración en el juzgado de guardia de Madrid, según informaron ayer fuentes del mismo.El presidente de la EMT, Tomás Burgaleta, ha afirmado que iniciará de inmediato un juicio laboral para determinar si Díaz Villaseñor será despedido.

Independientemente de cómo transcurran las diligencias penales, Tomás Burgaleta nombrará a un abogado de la empresa como juez interno del caso.

El letrado se enca...

El conductor de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) que empotró su autobús en una boca de metro de Cuatro Caminos, Ángel Díaz Villaseñor, quedó ayer en libertad tras prestar declaración en el juzgado de guardia de Madrid, según informaron ayer fuentes del mismo.El presidente de la EMT, Tomás Burgaleta, ha afirmado que iniciará de inmediato un juicio laboral para determinar si Díaz Villaseñor será despedido.

Independientemente de cómo transcurran las diligencias penales, Tomás Burgaleta nombrará a un abogado de la empresa como juez interno del caso.

El letrado se encargará de recoger todos los antecedentes del accidente y el informe de los facultativos que diagnosticaron el grado de alcoholemia.

El chófer tenía un nivel de alcohol en la sangre del 1,9%, según el análisis practicado en el hospital Clínico. El máximo permitido para servicios públicos es del 0,3%.

Burgaleta habló con la mujer del conductor a la mañana siguiente del suceso. "Estaba hecha un flan, llorando siempre, y se temía lo peor, que lo despidiesen".

De su voluntad, en última instancia, dependerá que Ángel Díaz continúe conduciendo autobuses. "Poner en riesgo la vida de 55 personases algo muy grave; aunque es verdad que no hubo ninguna muerte".

"Habrá que escucharle a él [refiriéndose al conductor] delante de sus representantes sindicales, antes de tomar ninguna determinación", concluyó Burgaleta.

Las 35 plazas del autobús se encontraban ocupadas, y otros 20 pasajeros viajaban de pie. Sólo el conductor y una pasajera sufrieron heridas de cierta consideración.