Las tropas españolas dejarán Bosnia en abril si no se resuelve su financiación

El Gobierno español retirará a final de abril sus tropas desplegadas en Bosnia-Herzegovina si para entonces el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas no ha resuelto cómo se financia la operación, que actualmente corre a cargo de los países participantes. El ministro de Defensa, Julián García Vargas, que se reunió ayer a puerta cerrada en el Congreso con el Grupo Socialista, insistió en la necesidad de que se solucione este problema antes de que termine el plazo -de cuatro meses, prorrogables hasta seis- acordado con las Naciones Unidas cuando se enviaron las tropas, a principios de noviem...

El Gobierno español retirará a final de abril sus tropas desplegadas en Bosnia-Herzegovina si para entonces el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas no ha resuelto cómo se financia la operación, que actualmente corre a cargo de los países participantes. El ministro de Defensa, Julián García Vargas, que se reunió ayer a puerta cerrada en el Congreso con el Grupo Socialista, insistió en la necesidad de que se solucione este problema antes de que termine el plazo -de cuatro meses, prorrogables hasta seis- acordado con las Naciones Unidas cuando se enviaron las tropas, a principios de noviembre.

España y el Reino Unido, (los de los países europeos con presencia militar en la zona, han insistido en la necesidad de poner fin a la situación excepcional de que los países que intervienen en la misión de Naciones Unidas sufraguen sus propios gastos. Francia, en la misma situación, se ha mostrado en cambio aparentemente indiferente a este problema.Todo lo que han conseguido hasta ahora los participantes es que otros países, sobre todo de la Comunidad Europea, compartan los gastos comunes del despliegue, que ascienden a 60 millones de dólares (unos 7.000 millones de pesetas), pero no ocurre lo mismo con el coste de los contingentes nacionales. En el caso español, las primeras estimaciones ascendían a. 550 millones de pesetas mensuales. El asunto debe quedar zanjado con la resolución de la ONU que prorrogue el mandato de los cascos azules en la antigua Yugoslavia, que expira el 31 de marzo.

Al término de su reunión, García Vargas calificó de "razonable y positiva", aunque "arriesgada y con muchos problemas técnicos", la operación de lanzamiento en paracaídas de ayuda humanitaria para las poblaciones bosnias sitiadas por los serbios, que Estados Unidos se propone iniciar a finales de esta semana.

El ministro agregó que más que aliviar temporalmente la situación, lo importante es lograr que se levante el cerco de las ciudades". El lunes se reiniciaron los convoyes de ayuda humanitaria por la ruta de Mostar, bajo responsabilidad de la legión, aunque los camiones ya no son escoltados durante el viaje, sino que la vigilancia se realiza mediante controles fijos y móviles a lo largo de la carretera.

Además, según anunció el ministro a los parlamentarios, las tropas canadienses sustituirán a las españolas en las escoltas de entrada y salida de Sarajevo, que el batallón de la legión realiza diariamente desde mediados de enero.

Reducción en el Ejército

En su comparecencia ante el grupo socialista, el ministro se refirió de forma genérica al plan de despliegue del Ejército, que le entregó el pasado jueves el jefe del Estado Mayor de Tierra, Ramón Porgueres, y que supondrá una sustancial reducción del número de unidades y acuartelamientos (ver EL PAÍS del 20 de febrero).

A preguntas de un senador, admitió la necesidad de ser muy cuidadoso con la retirada de unidades del País Vasco y Cataluña, donde la presencia militar quedará reducida al mínimo, para evitar interpretaciones políticas torcidas y no impedir que los jóvenes vascos y catalanes puedan hacer la mili en su comunidad.

Ante la inquietud expresada por muchos parlamentarios, que le preguntaron por las consecuencias del proyecto en sus respectivas circunscripciones, insistió en que la aplicación del plan, del que no quiso dar detalles, se hará de forma gradual y estudiando todas las circunstancias que concurren en el cierre de cada acuartelamiento, tanto militares, como políticas, económicas e inmobiliarias.

[Por otra parte, Santiago Valderas Cañestro, general de división del Ejército del Aire, fue nombrado ayer jefe del Estado Mayor Conjunto de la Defensa.]