El PS francés, angustiado por el riesgo de que los 'verdes' les sobrepasen

Los socialistas franceses usaban ayer el palo y la zanahoria al hablar de los ecologistas. El diputado Jean Poperen les insultaba calificándoles de "mezcolanza informe". En cambio, el ministro de Sanidad y Acción Humanitaria, Bernard Kouchner, soñaba en voz alta con "una alianza" entre "esas dos grandes fuerzas de progreso que son los socialistas y los ecologistas". Este nerviosismo obedecía a la posibilidad de que los ecologistas adelanten a los socialistas en las legislativas que se celebrarán en marzo.

El último sondeo de opinión realizado por la empresa CSA para el diario Le ...

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Los socialistas franceses usaban ayer el palo y la zanahoria al hablar de los ecologistas. El diputado Jean Poperen les insultaba calificándoles de "mezcolanza informe". En cambio, el ministro de Sanidad y Acción Humanitaria, Bernard Kouchner, soñaba en voz alta con "una alianza" entre "esas dos grandes fuerzas de progreso que son los socialistas y los ecologistas". Este nerviosismo obedecía a la posibilidad de que los ecologistas adelanten a los socialistas en las legislativas que se celebrarán en marzo.

El último sondeo de opinión realizado por la empresa CSA para el diario Le Parisien cayó ayer como una bomba en el mundo político francés. Según ese estudio, los ecologistas, con el 19% de las intenciones de voto, pueden superar a los socialistas, acreditados con un 17,5%.Otra encuesta, la de BVA para el semanario Paris-Match, confirma esa tendencia al pronosticar que los socialistas franceses, con el 19,5%, y los ecologistas, con el 19%, llegarán codo a codo a la cita electoral del 21 y 28 de marzo para renovar el Parlamento.

Los ecologistas empiezan a capitalizar la alianza electoral decidida por sus dos principales formaciones: Generación Ecología, dirigida por Brice Lalonde, ex ministro del Medio Ambiente en el Gobierno socialista, y Los Verdes, capitaneados por Antoine Waechter y por la estrella ascendente del ecologismo galo, Dominique Voynet.

Los defensores del medio ambiente se han convertido en una opción dotada de atractivo y credibilidad para los electores centristas y de izquierda moderada, decepcionados por la gestión socialista.

El campo del progreso

Por mucho que Laurent Fabius, el primer secretario del Partido Socialista, diga que "votar ecologista es votar a la derecha", muchos electores tradicionales del partido del puño y la rosa, sobre todo los más jóvenes, sitúan a los ecologistas en el campo del progreso. 'Tos que tienen el corazón a la izquierda ya no te creen, Laurent", declaró ayer Brice Lalonde.Ef propio Laurent Fabius incurre en una contradicción cuando, tras denostarlos, propone a los ecologistas la firma de un acuerdo para la segunda y decisiva vuelta de las legislativas. Por el momento, los ecologistas prefieren seguir proclamando que, en ninguna circunstancia, suscribirán acuerdos electorales con los socialistas. "Las encuestas están confirmando que nuestra estrategia de autonomía política es correcta y, en particular, el no prestamos a ser utilizados como rueda de recambio de una mayoría socialista sin futuro", dijo Voynet.

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Lalonde, Waechter y Voynet afirmaban entusiasmados que los defensores del medio ambiente se están convirtiendo en la "segunda fuerza política francesa", tras la coalición de centro-derecha.

No obstante, el sistema francés de escrutinio mayoritario puede hacer que su importante peso en las urnas no se traduzca en una fuerte representación parlamentaria. Si insisten en ir solos a la segunda vuelta, obtendrán apenas una decena de escaños de los 577 de que consta la Asamblea Nacional, según la mayoría de los análisis efectuados hasta el momento.

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