Cartas al director

Temores infantiles

Los doctores Avellanosa y San Sebastián, citados por Elena Castelló, afirman que los terrores infantiles nocturnos son debidos, en la mayoría de los casos, a la normal maduración del sistema nervioso. Y siguiendo la ideología oculta en la psiquiatría y psicología dominante, minimizan la importancia de experiencias destructivas extremas, en las que, inevitablemente, desempeñan un papel decisivo las actitudes y prácticas de los padres.Sin embargo, la crianza y educación de los niños en las sociedades avanzadas ignoran sus necesidades de contacto físico y emocional, aceptación y comprensió...

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Los doctores Avellanosa y San Sebastián, citados por Elena Castelló, afirman que los terrores infantiles nocturnos son debidos, en la mayoría de los casos, a la normal maduración del sistema nervioso. Y siguiendo la ideología oculta en la psiquiatría y psicología dominante, minimizan la importancia de experiencias destructivas extremas, en las que, inevitablemente, desempeñan un papel decisivo las actitudes y prácticas de los padres.Sin embargo, la crianza y educación de los niños en las sociedades avanzadas ignoran sus necesidades de contacto físico y emocional, aceptación y comprensión de la afectividad. Nuestros expertos son ciegos para percibir y valorar la intensidad de los tormentos y carencias que sufren niñas y niños.

Existe una creciente evidencia de que las sociedades o familias que aseguran a los niños una continuidad de presencias inmediatas (lactancia prolongada sin restricción de horarios, contacto diurno y nocturno con el cuerpo materno o paterno, respuesta rápida y empática al llanto, etcétera), disfrutan de niños con una notable ausencia de estos terrores y otros trastornos.

También es demostrable que el impacto de experiencias afectivas negativas en el útero materno influye en estas cuestiones. Poquísimos investigadores, productos ellos y ellas de infancias destructivas, poseen la capacidad afectiva e intelectual para evaluar y comprender la frecuencia, extensión e intensidad de tales experiencias.-

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Santiago de Compostela, La Coruña.

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