Tribuna:

Wall Street acoge bien las nuevas medidas económicas

Wall Street ha valorado positivamente los primeros avances de la estrategia económica del equipo de Clinton, aunque para ello haya tenido que jugar a dos bandas con el mercado de renta fija de por medio. La posibilidad de establecer un impuesto energético y delimitar las emisiones de deuda a largo plazo para tratar de reducir el déficit público hizo saltar el mercado de bonos, en el que la rentabilidad a 30 años cayó hasta el 7,25% y los analistas avanzaban cifras en torno al 7% sin ningún rubor. La Bolsa recibió bien estas variaciones en la rentabilidad de su principal competidor y llegó a su...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Wall Street ha valorado positivamente los primeros avances de la estrategia económica del equipo de Clinton, aunque para ello haya tenido que jugar a dos bandas con el mercado de renta fija de por medio. La posibilidad de establecer un impuesto energético y delimitar las emisiones de deuda a largo plazo para tratar de reducir el déficit público hizo saltar el mercado de bonos, en el que la rentabilidad a 30 años cayó hasta el 7,25% y los analistas avanzaban cifras en torno al 7% sin ningún rubor. La Bolsa recibió bien estas variaciones en la rentabilidad de su principal competidor y llegó a subir hasta un 1% a media sesión. Esta ganancia quedaba bastante limitada si la medición se establece a través de otros índices, lo que significa que los inversores estaban apostando a los valores líderes y a muy corto plazo. Al final de la sesión el Dow Jones ganaba 35,39 puntos para cerrar a 3.292,20 puntos. Las bolsas europeas se orientaron a la baja sin excepciones, aunque cada una de ellas por causas muy particulares. En París, se vivía el primer día del nuevo periodo contable y nadie arriesgó una toma de posiciones, ni siquiera a corto plazo. El índice CAC 40 perdía poco antes del cierre un 2,05%. En Londres, la ausencia de alicientes era total y ni siquiera el incremento de la confianza empresarial conseguía sacar al dinero de sus refugios. El FT 100 perdía al cierre de la jornada un 0,33%. En Francfort, se impuso el pesimismo ante los últimos datos empresariales publicados, con lo que la discusión sobre un simple enfriamiento o una recesión ha vuelto a ponerse sobre la mesa. El DAX perdió un 1,16%. Tokio volvió a perder altura ante la inactividad de la mayoría de los inversores. El índice Nikkei bajaba 39 yenes en la sesión de ayer.

Archivado En