Destituido el presidente del tribunal que juzga al ex líder de la RDA, Erich Honecker, por pedir un autógrafo al acusado

El polémico juez Hansgeorg Bräutigam, que presidía la sala 27 del Tribunal Territorial de Berlín que juzga a la cúpula dirigente de la antigua Alemania comunista, fue destituido ayer por pedirle un autógrafo al principal de los procesados, Erich Honecker. El pasado 21 de diciembre, el juez pidió a los abogados de Honecker que le convencieran para que pusiera su firma en una guia de la ciudad, para regalársela a uno de sus colegas, según declaró Bräutigam posteriormente."Bräutigam está fuera y su sucesor es Hans Boss, uno de sus ayudantes", dijo ayer escuetamente un portavoz del Ministerio ...

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El polémico juez Hansgeorg Bräutigam, que presidía la sala 27 del Tribunal Territorial de Berlín que juzga a la cúpula dirigente de la antigua Alemania comunista, fue destituido ayer por pedirle un autógrafo al principal de los procesados, Erich Honecker. El pasado 21 de diciembre, el juez pidió a los abogados de Honecker que le convencieran para que pusiera su firma en una guia de la ciudad, para regalársela a uno de sus colegas, según declaró Bräutigam posteriormente."Bräutigam está fuera y su sucesor es Hans Boss, uno de sus ayudantes", dijo ayer escuetamente un portavoz del Ministerio de Justicia berlinés. Este incidente, que roza lo cómico, ha permitido a la justicia alemana deshacerse de un personaje muy peculiar. Popular entre los sectores más conservadores de la sociedad, no pareció sin embargo, desde, el primer momento, ser el personaje adecuado para presidir el tribunal que juzgaba a quienes dieron la orden de tirar a matar contra los que intentaban cruzar el muro que dividía a las dos Alemanias.

Durante muchos años, bajo un seudónimo que no impidió que pronto todo el mundo conociera la identidad de quien tras él se escondía, Bräutigam publicó una columna diaria en el Berliner Morgenpost, un periódico de la cadena Springer, desde la que se, dedicaba a ridiculizar, distorsionar y criticar cualquier aspecto de la política alemana que se apartara lo más mínimo de la más estricta ortodoxia ultraconservadora. Desde socialdemócratas a verdes o a simples liberales, nadie se salvó de su sarcasmo.

El incidente del autógrafo, al que Bräutigam no quiso conceder la menor importancia, hasta el punto de que calificó su conversación con los abogados defensores como "una pura cuestión de rutina", hizo que no sólo la defensa, sino también los abogados de la acusación privada que representa a los familiares de quienes murieron en su intento de cruzar el muro, presentaran un recurso pidiendo su relevo en la presidencia del tribunal. "El factor decisivo", afirmó ayer al respecto Wolfgang Ziegler, uno de los abogados del ex líder de la RDA, "fue, la incorrecta representación de los hechos por parte del juez".

El juicio contra Honecker y tres de sus colaboradores -por razones de salud otros tres inculpados han sido apartados de proceso- podría ahora tomar un nuevo giro. Friedrich Wolff, otro de sus abogados, indicó ayer que había presentado un recurso ante el Tribunal Constitu cional de Karlsruhe para que se pongaen libertad, a su cliente, ya que está demasiado enfermo como para permanecer en la cárcel.

Honecker padece cáncer de hígado y los médicos le dan una esperanza de vida de no más de seis meses. Durante la sesión del lunes sus abogados aseguraron que ya había empezado a padecer fuertes dolores.

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