Cartas al director

Utopía, 3; realidad, 0

He quedado impresionado al ver la fotografía de la primera página del diario EL PAÍS correspondiente al miércoles día 11 de noviembre. En ella queda reflejada la cara de angustia de un niño que huye de Sarajevo en un convoy de la Cruz Roja y es despedido por su padre, juntando ambas manos sobre el cristal del autobús que los separa. Se me ocurre una interminable lista de reflexiones para ésta y otras imágenesPasa a la página siguiente

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impactantes. No hay justificación para la injusticia, no nos queda otra alternativa que la aceptación de la real...

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He quedado impresionado al ver la fotografía de la primera página del diario EL PAÍS correspondiente al miércoles día 11 de noviembre. En ella queda reflejada la cara de angustia de un niño que huye de Sarajevo en un convoy de la Cruz Roja y es despedido por su padre, juntando ambas manos sobre el cristal del autobús que los separa. Se me ocurre una interminable lista de reflexiones para ésta y otras imágenesPasa a la página siguiente

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impactantes. No hay justificación para la injusticia, no nos queda otra alternativa que la aceptación de la realidad.

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Permítame, señor director, hacer un guiño a la utopía y pensar que todavía es posible un entendimiento en Yugoslavia, o que se puede erradicar el hambre en Somalia y que pudiera ser posible no guiamos por lo que nos pesan los bolsillos, llegando incluso a solicitar a la Iglesia que no pida, sino que dé.

Todo esto contrasta de manera escandalosa con los dólares gastados por el multiestrafalario, perdón, multimillonario señor Perot y su campaña americana; quizá contraste también con la conciencia socialista del señor Boyer y su distinguidísima esposa y su humilde morada.

Solamente nos queda el pataleo de contarlo o escribirlo en su diario. No sé, quizá he perdido una oportunidad espléndida de callarme o un lanzamiento de tres puntos contra la papelera haciendo un burruño con esta carta. Utopía, 3; realidad, 0.

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