En la calle de las protestas

Las protestas por los recortes de presupuestos para programas sociales sonaron ayer de nuevo en la plaza de la Villa. Los trabajadores del Consorcio para el Realojamiento de la Población Marginada y representantes de asociaciones ciudadanas que trabajan en el campo de la drogadicción se concentraron frente a la casa consistorial desde primeras horas de la mañana.

Las 10 unidades de trabajo social (UTS) que el consorcio tiene en los poblados chabolistas cerraron sus puertas. Fueron educadores, asistentes sociales, coordinadores e inspectores. El programa de realojamientos del consorc...

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Las protestas por los recortes de presupuestos para programas sociales sonaron ayer de nuevo en la plaza de la Villa. Los trabajadores del Consorcio para el Realojamiento de la Población Marginada y representantes de asociaciones ciudadanas que trabajan en el campo de la drogadicción se concentraron frente a la casa consistorial desde primeras horas de la mañana.

Las 10 unidades de trabajo social (UTS) que el consorcio tiene en los poblados chabolistas cerraron sus puertas. Fueron educadores, asistentes sociales, coordinadores e inspectores. El programa de realojamientos del consorcio lleva un año paralizado, pero la gota que ha colmado el vaso es la amenaza de recortes presupuestarlos sobre lo único que ha seguido funcionando: el trabajo social en los campamentos.

Portavoces sindicales del consorcio aseguran que para el 93 serían necesarios 512 millones de pesetas, pero entre la Comunidad (160), Asuntos Sociales (60) y el Ayuntamiento (140) sólo suman 360 y, para colmo, la aportación municipal no está garantizada, según el propio consorcio.

Entre las asociaciones representadas en la manifestación de ayer estaban la Coordinadora de Barrios, los Traperos de Emaús y asociaciones de barrios como Pan Bendito, Orcasitas, La Coma, San Blas o el Pozo del Tío Raimundo. En 1991 este medio centenar de entidades recibieron 167,5 millones de pesetas de subvención municipal, que en 1992 se han quedado en 76,4 millones. Por término medio, las asociaciones han sufrido reducciones del 50%.

Por la tarde, los trabajadores de los servicios sociales del Ayuntamiento formaron una cadena humana -que recorrió el trayecto comprendido entre la plaza de la Villa y la Puerta del Sol- para denunciar la reducción presupuestaria en esta materia, según informa Efe.

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