Pena capital para unos padres en Bélgica por matar a su hija

Los padres de una niña belga de siete años, que murió por los malos tratos que le infligieron previamente, fueron condenados ayer a muerte por un tribunal de Mons, situado al sur de Bélgica. Los padres no serán ejecutados, dado que la pena de muerte no se cumple en Bélgica y es sustituida por la cadena perpetua.Christiam Huyghe, un cartero de 28 años, y Jeannine Saelens, ama de casa de 26, fueron declarados culpables del asesinato de su hija Solange, que murió en el mes de abril de 1990 debido a los golpes recibidos y a un lamentable estado de desnutrición. Los cuatro hermanos y hermanas de So...

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Los padres de una niña belga de siete años, que murió por los malos tratos que le infligieron previamente, fueron condenados ayer a muerte por un tribunal de Mons, situado al sur de Bélgica. Los padres no serán ejecutados, dado que la pena de muerte no se cumple en Bélgica y es sustituida por la cadena perpetua.Christiam Huyghe, un cartero de 28 años, y Jeannine Saelens, ama de casa de 26, fueron declarados culpables del asesinato de su hija Solange, que murió en el mes de abril de 1990 debido a los golpes recibidos y a un lamentable estado de desnutrición. Los cuatro hermanos y hermanas de Solange, no han sufrido malos tratos, según los datos revelados en el juicio.

La madre reconoció ante el juez haber torturado a su hija, que era la primogénita, mediante diversos cortes en su cuerpo y produciéndole quemaduras en el sexo con un mechero. En el juicio se ha puesto de manifiesto que la madre, que no pudo terminar sus estudios al quedar embarazada de Solange, había asumido muy mal su papel de joven madre.

La muerte de la niña ocurrió a las tres semanas de que la pequeña volviera bajo la custodia de sus padres, después de haber estado hospitalizada tres veces a causa de los malos tratos reiterados de su madre con la "pasividad culpable" de su padre, según consta en la sentencia judicial.

Los abogados de los condenados señalaron ayer que si hubieran funcionado adecuadamente los servicios de protección a la infancia los padres de Solange habrían perdido la custodia de la niña y se habría evitado su muerte. Los organismos de protección replican que no es fácil hacer un diagnóstico sobre un niño herido, "porque un hematoma, por ejemplo, no significa que necesariamente existan malos tratos".

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