LA BATALLA POR LA CASA BLANCA

Bill Clinton corteja el voto de los republicanos diciendoles que él es un demócrata de nuevo cuño

Bill Clinton, en su gira por los feudos republicanos del Oeste, ha vendido la idea de que "un nuevo demócrata", conservador en lo económico, moderado en lo político y progresista en lo social, merece los votos que en las últimas elecciones fueron al cesto de los republicanos Ronald Reagan y George Bush.

El candidato demócrata concluyó ayer en Nevada una curiosa gira por Estados con pocos votos electorales y con pocas posibilidades de victoria para la oposición; una gira en la que, más que aumentar su ventaja, lo que Clinton ha pretendido es lanzar un mensaje de ruptura con los estereoti...

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Bill Clinton, en su gira por los feudos republicanos del Oeste, ha vendido la idea de que "un nuevo demócrata", conservador en lo económico, moderado en lo político y progresista en lo social, merece los votos que en las últimas elecciones fueron al cesto de los republicanos Ronald Reagan y George Bush.

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El candidato demócrata concluyó ayer en Nevada una curiosa gira por Estados con pocos votos electorales y con pocas posibilidades de victoria para la oposición; una gira en la que, más que aumentar su ventaja, lo que Clinton ha pretendido es lanzar un mensaje de ruptura con los estereotipos políticos de este país. Clinton ha querido en este recorrido explicar que su Administración no repetiría la política que los votantes esperan de un presidente demócrata: más impuestos, más gasto público, más desorden administrativo y menos libertad individual."En esta campaña se dicen muchas cosas sobre quién está dentro del aparato de poder en Washington y quién no", dijo Clinton en Seattle (Estado de Washington), "pero sólo hay un candidato que ha equilibrado el presupuesto, frenado las influencias de los grupos de presión y promovido las reformas políticas, y ese es el candidato del nuevo Partido Demócrata, Bill Clinton".

Clinton aprovechó también esa gira para ridiculizar los intentos de funcionarios del Departamento de Estado por buscar puntos oscuros en su historial, llegando al extremo, según ha informado The Washington Post, de investigar a la madre de Clinton, a la que su hijo se refirió irónicamente como "una bien conocida subversiva".

Mientras Clinton busca crear una nueva coalición nacional en torno a su candidatura, George Bush va perdiendo el poco aire que tomó tras su buena actuación en el último debate electoral. El diario The Wall Street Journal volvió a atacar ayer la moral del presidente con una encuesta que daba a Clinton 19 puntos de ventaja. Y lo que es más grave aún: ese influyente diario, de tendencia conservadora, interpretaba que Bush ha roto la coalición de centro-derecha que sostuvo a los republicanos en el poder durante doce años.

La adversidad de las encuestas no arredra a Bush, quien deja cada mañana la Casa Blanca a las siete en punto para embarcarse en agotadoras giras electorales, que ayer le llevaron por los disputados Estados del sur del país y a Florida, donde a media tarde tenía previsto sancionar la enmienda que endurece el embargo que desde hace 30 años sufre Cuba.

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