La banca maquilla sus resultados reduciendo las dotaciones para insolvencias

La banca española ha dedicado este año menos dinero a cubrir las insolvencias en sus créditos, a pesar de que la situación económica está provocando un ininterrumpido crecimiento de los impagados. A juicio de varios analistas del sector, esta práctica de maquillaje pretende mantener artificialmente el nivel de beneficios de las entidades, en un momento de recesión. En sentido contrario, el conjunto de las cajas de ahorros españolas sí ha incrementado en términos absolutos el volumen de sus dotaciones para insolvencias, que han crecdio en más de 15.000 millones durante el primer semestre.
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La banca española ha dedicado este año menos dinero a cubrir las insolvencias en sus créditos, a pesar de que la situación económica está provocando un ininterrumpido crecimiento de los impagados. A juicio de varios analistas del sector, esta práctica de maquillaje pretende mantener artificialmente el nivel de beneficios de las entidades, en un momento de recesión. En sentido contrario, el conjunto de las cajas de ahorros españolas sí ha incrementado en términos absolutos el volumen de sus dotaciones para insolvencias, que han crecdio en más de 15.000 millones durante el primer semestre.

Durante el primer semestre de este año, las dotaciones para insolvencias del conjunto de la banca superaron los 125.000 millones de pesetas, según los datos obtenidos por el consultor bancario Miguel Ángel Lorente, a partir de la información publicada por el Consejo Superior Bancario. Aunque se trata de una cantidad ciertamente importante, es inferior en 14.000 millones a la aplicada durante el mismo periodo del año anterior, según la misma fuente. Si se toman tan sólo los datos referidos a la banca nacional, excluyendo las entidades extranjeras, la diferencia es aún más notable: descienden en 27.000 millones y se quedan en 96.501 millones.Las cajas de ahorros confederadas, por su parte, sí han acompasado sus provisiones a la situación económica, realizando superiores aportaciones, hasta alcanzar los 60.000 millones, 15.000 millones más que el primer semestre del año anterior.

Algunas fuentes bancarias han señalado como posible explicación el exceso de dotaciones realizadas en años anteriores y un cierta retención en el crecimiento de la inversión crediticia, especialmente notable en algunos grandes bancos.

Suspensiones de pagos

Lo más significativo de estos últimos datos es que durante el primer semestre de este año, según los datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística, las empresas que suspendieron pagos fueron 377, 112 más que en el mismo periodo de 1991.

Pero si se tiene en cuenta el volumen de la deuda afectada, el salto resulta aún más espectacular: desde los 100.000 millones en los seis primeros meses de 1991, hasta los 200.000 de este año. Otro dato directamente relacionado con el negocio bancario, el del volumen de morosidad de bancos y cajas, creció en julio en 56.000 millones, el doble que en el año anterior, y alcanza ya 1,87 billones de pesetas.

La reducción en las provisiones realizadas por la banca no obedece tampoco a un descenso de su actividad, pues si se comparan las dotaciones con los activos totales medios (ATM) -concepto que representa el promedio de recursos gestionados por una entidad durante un determinado periodo de tiempo- también se observa el descenso, esta vez en términos relativos. Así, mientras las provisiones representaban el 0,62% de los ATM a junio de 1991, ahora este porcentaje ha descendido al 0,48%. En el caso de las cajas de ahorro, la tendencia continúa siendo contraria, y las dotaciones pasan del 0,38% sobre los ATM en 1991 al 0,46% durante este año. En cualquier caso, por debajo del nivel de cobertura alcanzado ya por los bancos.

Comparativamente, los datos del primer semestre revelan que los bancos sólo han realizado provisiones un 50% por encima de las cajas, cuando un año antes la distancia favorable a los bancos era del 200%. Aunque durante los dos últimos años las cajas han sido especialmente activas en la captación de nuevos créditos, los analistas no creen que sólo este hecho justifique un descenso tan grande.

Esta tendencia a la reducción de las diferencias entre bancos y cajas podría acentuarse en los próximos trimestres, a tenor de los últimos datos dados a conocer. A 30 de septiembre, las cajas confederadas habían realizado dotaciones a su fondo de insolvencias con cargo a los resultados de este año por importe de 98.697 millones, un 45% más que en el mismo periodo del año anterior.

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