La lista de espera de los 13 hospitales del Insalud se eleva en Madrid a 45.000 pacientes
Cuarenta y cinco mil enfermos seguían esperando a principios de¡ pasado mes de septiembre a que los citaran los médicos de la Seguridad Social para acudir al quirófano. Para unos 23.000 pacientes la demora es agobiante: se prolonga más de seis meses. Con todo, las listas de espera comienzan a aligerarse. Según el director regional del Instituto Nacional de la Salud, Antolín Rodríguez, el pasado enero eran unos 50.000 los pacientes que aguardaban a ser operados en los 13 hospitales que gestiona en Madrid.
"Entre enero y septiembre de este año nos hemos quitado un 8% de la lista de espera...
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Cuarenta y cinco mil enfermos seguían esperando a principios de¡ pasado mes de septiembre a que los citaran los médicos de la Seguridad Social para acudir al quirófano. Para unos 23.000 pacientes la demora es agobiante: se prolonga más de seis meses. Con todo, las listas de espera comienzan a aligerarse. Según el director regional del Instituto Nacional de la Salud, Antolín Rodríguez, el pasado enero eran unos 50.000 los pacientes que aguardaban a ser operados en los 13 hospitales que gestiona en Madrid.
"Entre enero y septiembre de este año nos hemos quitado un 8% de la lista de espera global, y un 20% de la lista de enfermos que llevaban esperando más de seis meses [unos 28.000]", des taca, con ánimo optimista, el director del Insalud en Madrid. En 1991, lejos de aligerarse, los retrasos aumentaron considerablemente.El Insalud, dependiente del Ministerio de Sanidad, aporta las siguentes cifras: el 1 de junio de 1991, los 13 hospitales que gestiona este organismo en Madrid acumulaban una espera de 41.800 pacientes. Tres meses más tarde, en septiembre, había 47.500 enfermos atascados a la puerta de los quirófanos. Sin embargo, en el mismo periodo de este año, las listas de espera se han mantenido prácticamente estables, en torno a los 45.000 asegurados.
En los datos facilitados por el Insalud se excluye la lista de espera del hospital Gregorio Marañón, gestionado por la Comunidad de Madrid, aunque sí se incluye la de centros como el Doce de Octubre, La Paz y el hospital Clínico, o centros comarcales como el Severo Ochoa, de Leganés, Y el Príncipe de Asturias, de Alcalá de Henares.
2.100 camas cerradas
El hecho de que durante los meses de julio, agosto y septiembre de este año el Insalud haya mantenido 2.100 camas cerradas -"por el éxodo vacacional" según sus responsables- no ha paralizado las intervenciones quirúrgicas programadas, resalta Antolín Rodríguez.
Oftalmología (y en concreto, afecciones como cataratas) y traumatología (problemas como juanetes o desviaciones en la columnna vertebral) son las especialidades que más demanda acumulan, al igual que los tratamientos de las hernias y las amigdalitis.
No son cuadros clínicos graves ni la vida del paciente depende de una intervención rápida. "Pero, eso sí, alteran negativamente la calidad de vida del enférmo", reconoce Rodríguez. De ahí "el esfuerzo" que, en su opinión, se está haciendo desde la Administración para acortar las listas de espera.
El Insalud atribuye "al esfuerzo de los propios profesionales del sistema sanitario" la reducción de las demoras que se ha registrado entre enero y septiembre de este año. Ese esfuerzo, no obstante, se ha quedado pequeño ante la gran demanda quirúrgica que aún existe. Por ello, el tratamiento de las patologías leves será derivado hacia clínicas privadas concertadas con el Insalud o hacia el Gregorio Marañón, siempre que el Insalud no pueda atender la demanda en un tiempo razonable.
Este concierto, según aclara el director regional, no está inspirado en un criterio economicista, por cuanto el coste por proceso (140.000 pesetas en una operación de cataratas, por ejemplo) "será similar e incluso puede que algo inferior al de un hospital público".
Tres años de demora
En el Doce de Octubre, como en casi todos los demás hospitales madrileños, la lista de espera del servicio de oftalmología ha llegado a ser insoportable. Sin embargo, un programa que se aplica desde el pasado mes de febrero ha permitido reducirla en casi un 70%. Las demoras para ser operado de cataratas llegaron hasta los tres años.