Moscú advierte a Georgia que no intente desarmar a los soldados rusos

Pável Grachov, ministro de Defensa de Rusia, ha advertido a Georgia que las tropas rusas destacadas en esa república se resistirán a la nacionalización de los equipos militares rusos decretada el sábado por las autoridades locales, a las que pide que revoquen la orden."La medida unilateral de la dirección georgiana viola flagrantemente los acuerdos anteriores [según los cuales Georgia obtendría una cuota de los equipos y armamentos de las extintas Fuerzas Armadas soviéticas] y puede provocar un serio agravamiento de la situación", se dice en el texto difundido ayer por el servicio de prensa de...

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Pável Grachov, ministro de Defensa de Rusia, ha advertido a Georgia que las tropas rusas destacadas en esa república se resistirán a la nacionalización de los equipos militares rusos decretada el sábado por las autoridades locales, a las que pide que revoquen la orden."La medida unilateral de la dirección georgiana viola flagrantemente los acuerdos anteriores [según los cuales Georgia obtendría una cuota de los equipos y armamentos de las extintas Fuerzas Armadas soviéticas] y puede provocar un serio agravamiento de la situación", se dice en el texto difundido ayer por el servicio de prensa del Ministerio de Defensa ruso.

Los intentos de los georgianos de hacerse por la fuerza de los equipos militares conducirá a enfrentamientos con los soldados rusos, se dice en la declaración de Grachov, pues se les ha ordenado resistir e impedir el traspaso,de los equipos y armas que están bajo su control.

Con el fin de evitar estos enfrentamientos que echarán a perder del todo las ya deterioradas relaciones de Georgia con Rusia, Grachov pidió al Consejo de Estado georgiano y a las autoridades militares de ese país que anulen la decisión tomada el sábado y entablen conversaciones bilaterales intergubernamentales para definir el estatuto de las tropas rusas en el territorio de Georgia.

El Consejo de Estado de Georgia decidió el sábado tomar bajo su control todos los equipos y armas de los rusos en el territorio de su república con el fin de combatir a los abjazos, que el viernes pasado tomaron la ciudad de Gagra, anteriormente en poder de los georgianos.

A mediados de agosto, las fuerzas georgianas ocuparon la capital abjaza, Sujumi, para poner fin a las demandas de una mayor autonomía por parte de la Gobierno de Abjazia, que se retiró a Gudaúta, y desde allí ha resistido a los georgianos.

Relaciones frágiles

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La utilización de aviones de combate para bombardear las posiciones abjazas, comenzada el viernes pasado, ha hecho que el presidente ruso, Borís Yeltsin, advierta a los georgianos que Rusia "tomará las medidas necesarias" para proteger a la población rusa de la zona. Esta amenaza de intervención demuestra hasta qué punto las relaciones ruso-georgianas son frágiles, y la última decisión del Consejo de Estado no ha hecho más que exacerbar los ánimos.El líder de Georgia, Edvard Shevardnadze, ha reconocido que ya no controla los acontecimientos. "Las cosas se están desarrollando de tal forma que ya no dependen de lo que yo haga" ha declarado Shevardnadze. "Por eso, no excluyo que decida dimitir", Shevardnadze, que el sábado viajó a Gantiadi y Leselidze, localidades abjazas cercanas a Rusia adonde se retiraron las fuerzas georgianas después de ser expulsadas de Gagra, manifestó no tener esperanzas de que esta guerra finalice. "No veo ninguna salida", dijo.

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