Septiembre alcanza la cota más sangrienta tras la muerte del octavo motorista

A septiembre le quedan tres días escasos de vida, pero en 27 jornadas ha visto morir a ocho motoristas en las calles de Madrid. Es la tasa mensual más sangrienta en lo que va.de año y en todo el anterior. En junio de 1991 fallecieron siete motoristas.La octava víctima murió en la tarde del sábado, cerca del cementerio de la Almudena. La moto que conducía Rafael Rozas García, de unos 20 años, chocó contra un Renault 6 en la calle del Arroyo de la Media Legua (Moratalaz). La Policía Municipal informó de que los investigadores encontraron un casco en el lugar del accidente, pero no precisaron si ...

A septiembre le quedan tres días escasos de vida, pero en 27 jornadas ha visto morir a ocho motoristas en las calles de Madrid. Es la tasa mensual más sangrienta en lo que va.de año y en todo el anterior. En junio de 1991 fallecieron siete motoristas.La octava víctima murió en la tarde del sábado, cerca del cementerio de la Almudena. La moto que conducía Rafael Rozas García, de unos 20 años, chocó contra un Renault 6 en la calle del Arroyo de la Media Legua (Moratalaz). La Policía Municipal informó de que los investigadores encontraron un casco en el lugar del accidente, pero no precisaron si Rozas lo llevaba puesto. Al menos la mitad de los fallecidos este mes no llevaban el casco puesto o usaban uno inadecuado para su vehículo. La madrugada del domingo se cobró además dos muertes en choques de automóviles. Josefa Satorio Callado, de 55 años, esposa del vicepresidente del Atlético de Madrid, murió al chocar su coche, un Mercedes 190, contra un árbol en la ronda M-30, a las tres de la madrugada de ayer, según la Policía Municipal. Media hora más tarde perdía la vida José Martínez Osorio Escalona, de 23 años, que iba sentado en el asiento del copiloto en el coche M-0036-114. El vehículo chocó en la talle de Bailén con otro turismo que venía de frente. El conductor del primer vehículo, José Antonio F. B., resultó herido grave. Francisco C. A. y Olga G. P., que viajaban en el otro coche, M- 1 800-NH, sufrieron heridas graves.