El descenso de la inflación de agosto en el Reino Unido permite un ligero respiro a la libra

El nuevo descenso de la inflación, dado a conocer ayer en el Reino Unido, concedió un breve impulso a la libra esterlina y permitió ganar una jornada más en la cuenta atrás hacia el día 20, fecha del referéndum francés sobre Maastricht. La inflación bajó por tercer mes consecutivo en agosto y se situó en el 3,6% interanual -0,1% menos que en julio-, lo que permitió al primer ministro John Major alardear de que su política de contención de precios está ofreciendo resultados.Los mercados acogieron positivamente los datos sobre inflación y la libra esterlina se revaluó unas centésimas durante...

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El nuevo descenso de la inflación, dado a conocer ayer en el Reino Unido, concedió un breve impulso a la libra esterlina y permitió ganar una jornada más en la cuenta atrás hacia el día 20, fecha del referéndum francés sobre Maastricht. La inflación bajó por tercer mes consecutivo en agosto y se situó en el 3,6% interanual -0,1% menos que en julio-, lo que permitió al primer ministro John Major alardear de que su política de contención de precios está ofreciendo resultados.Los mercados acogieron positivamente los datos sobre inflación y la libra esterlina se revaluó unas centésimas durante la mañana. Sin embargo, volvió a deslizarse hacia el suelo del Sistema Monetario Europeo (SME) a partir del mediodía y se negoció, por la tarde, en torno a los 2,786 marcos, una centésima por encima de su límite respecto a la divisa alemana. La Bolsa de Londres registró una discreta subida.

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Las garantías ofrecidas el jueves por el gobierno británico de que la libra esterlina mantendría su actual paridad respecto al marco aunque otras divisas del SME se devaluaran, no parecen haber convencido a los mercados. La recuperación matutina de la moneda británica, auspiciada por las firmes declaraciones de Major y por los datos de inflación, fue efímera, pero bastó para alejar, al menos hasta el lunes, la amenaza de una subida forzosa de los tipos de interés.

Major hizo el jueves por la noche una inequívoca declaración de apoyo a su canciller del Exchequer (ministro de Finanzas), Norman Lamont, de quien alabó "la gran habilidad con que está manejando la situación", y reafirmó lo dicho en el comunicado posterior a la reunión del gabinete el jueves: "Quienes defienden la devaluación son curanderos que pregonan el ungüento milagroso. No hay curas milagrosas, nunca las habrá". "Nadie debe albergar la menor duda sobre la firmeza de nuestro compromiso con el SME y con la actual paridad respecto al marco" proclamó ante un auditorio de empresarios escoceses.

Los mercados, no obstante, siguen albergando dudas, y no precisamente menores. Los analistas de la City coincidían ayer en opinar que un resultado negativo en el referéndum francés, y el consiguiente desconcierto político y económico, forzarían la devaluación de la libra "por más que se elevaran los tipos de intereses". "La realidad es que la libra está sobrevalorada respecto al marco, y eso tendrá que corregirse de una forma u otra", señaló un analista.

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