El debate sobre el tratado de Maastricht ahonda las diferencias en la izquierda.

El debate sobre el Tratado de Maastricht sigue acrecentando las diferencias en las fuerzas políticas y sindicales de la izquierda española. Para los seguidores de Julio Ancuitaen Izquierda Unida, es necesario un referéndum porque "eso de Maastricht a la gente le suena a laca para el pelo". Para el líder de CC 00, Antonio Gutiérrez, forzar la renegociación sería "como encargar a la zorra el cuidado de las gallinas". UGT confía en que el europeísmo deshaga la caricatura de que en la CE "se va a legislar sobre el ancho de los neumáticos, mientras quienes los fabrican tienen otra Seguridad Social"...

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El debate sobre el Tratado de Maastricht sigue acrecentando las diferencias en las fuerzas políticas y sindicales de la izquierda española. Para los seguidores de Julio Ancuitaen Izquierda Unida, es necesario un referéndum porque "eso de Maastricht a la gente le suena a laca para el pelo". Para el líder de CC 00, Antonio Gutiérrez, forzar la renegociación sería "como encargar a la zorra el cuidado de las gallinas". UGT confía en que el europeísmo deshaga la caricatura de que en la CE "se va a legislar sobre el ancho de los neumáticos, mientras quienes los fabrican tienen otra Seguridad Social". UGT y CC OO, aunque sea de forma crítica, apoyan el tratado e incluso han iniciado campañas para explicar sus ventajas. Y un sector minoritario, pero amplio e influyente, de IU, encabezado por Nicolás Sartorius, va a hacer otro tanto. "Lo que no se puede es rechazar jugar en el Santiago Bernabéu porque no te gusta y quedarte con el patio de tu casa como campo para jugar al fútbol", en expresión del catedrático de Derecho Constitucional Diego López Garrido.

El sector mayoritario de IU, encabezado por Julio Anguita, centra en cambio sus esfuerzos. en estos momentos en pedir un referéndum, y descarta el sí a la ratificación por las Cortes del Tratado de Maastricht. Para ese sector de IU, el tratado "entierra a Montesquieu, es decir, a la división de poderes, porque, en realidad, las competencias se concentran en el Ejecutivo, y resucita a Luis XVI", en una de las gráficas y rotundas expresiones que gusta de utilizar el diputado Antonio Romero.

A diferencia de lo que defienden otros intelectuales de izquierda, como el filósofo Fernando Savater, el escritor Antonio Gala opina que el rechazo del Tratado de Maastricht serviría para reflexionar y elegir un camino mejor para la unión europea. Según Gala, el tratado puede convertir Europa en un supermercado, cuando "es un amor".

El sector mayoritario de IU no llega tan lejos, al menos en sus declaraciones públicas, y se inclina más bien por abstenerse de ratificar el tratado en el Congreso por la carencia de mecanismos de control democrático que le achaca.

Para Antonio Gutiérrez, secretario general de CC OO, despreciar el protocolo sobre la política social comunitaria equivaldría a despreciar el esfuerzo de los trabajadores para conseguir los avances que ahí han quedado consagrados y los que quedan pendientes. "En esta controversia, algunos olvidan que la anulación del tratado no anularía la aplicación. del Acta Unica, de modo que en 1993 entraría en vigor el mercado único, sin los elementos sociales correctores".

Gutiérrez considera que la posibilidad de "obtener carta de naturaleza para espacios contraactuales e incluso convenios supranacionales es una perspectiva de enorme valor". La pretensión de renegociar el tratado -que empiezan a mostrar los seguidores de Julio Anguita- parece desconocer, lamenta Gutiérrez, que hoy es más fuerte la derecha en Gran Bretaña y en Alemania que cuando se firmó el tratado. "Así que sería como encargar a la zorra el cuidado de las gallinas", ironizó.

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Según Antonio Gutiérrez, CC OO ha adoptado un crítico, distante del no global de algunos y del sí acrítico de otros. Sin entrar a responder a las públicas reticencias de Marcelino Camacho, presidente de Comisiones Obreras, a los acuerdos de Maastricht, Gutiérrez subraya que "sería bueno salir cuanto antes de disyuntivas radicales, y promover un debate más constructivo y unitario en la izquierda social y política, que se entorpece con caracterizaciones rotundas y tajantes a favor o en contra de Maastricht".

UGT ha adoptado asimismo una actitud de apoyo crítico al tratado. Para Apolinar Rodríguez, miembro de la eje cutiva federal de UGT, los acuerdos de Maastricht introducen una estabilidad económica y monetaria positiva, constituyen una pieza necesaria para la construcción europea y suponen un avance en el reconocimiento de los mismos derechos ciudadanos en los países miembros de la CE. A su juicio, hay problemas que no se han resuelto.

Campaña oficial

Por otro lado, Radio Nacional de España (RNE) desmintió ayer que la campaña oficial sobre Maastricht incluya programas de esta emisora pública como publicó ayer este diario.

Según se afirma en un comunicado, los servicios informativos de RNE preparan un conjunto de espacios sobre el tratado cuya difusión está prevista a partir del día 21. Se trata de "una iniciativa absolutamente profesional y totalmente independiente de campañas que puedan realizar, con todo derecho, el Gobierno, los partidos políticos o las centrales sindicales de nuestro país", según el comunicado.

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