Un hombre mata a un amigo de dos puñaladas, tras una discusión en una gasolinera

Julián Nuño Martínez, El Zoca, de 52 añós, murió en la madrugada de ayer en una gasolinera del distrito de Tetuán después de que un amigo le asestase dos puñaladas en el pecho tras una discusión.Sobre las dos de la madrugada de ayer, El Zoca, un hombre con varios antecedentes policíales por tráfico de drogas, llegó a una gasolinera en la confluencia de las calles de Viña Virgen y Bravo Murillo en una furgoneta. Iba acompañado por otro hombre de unos 30 años.

Según fuentes de la Jefatura Superior de Policía, los dos se bajaron del vehículo -una furgoneta Ford Tránsit- y empezaron a discu...

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Julián Nuño Martínez, El Zoca, de 52 añós, murió en la madrugada de ayer en una gasolinera del distrito de Tetuán después de que un amigo le asestase dos puñaladas en el pecho tras una discusión.Sobre las dos de la madrugada de ayer, El Zoca, un hombre con varios antecedentes policíales por tráfico de drogas, llegó a una gasolinera en la confluencia de las calles de Viña Virgen y Bravo Murillo en una furgoneta. Iba acompañado por otro hombre de unos 30 años.

Según fuentes de la Jefatura Superior de Policía, los dos se bajaron del vehículo -una furgoneta Ford Tránsit- y empezaron a discutir. Después de un rato, un empleado de la gasolinera les dijo que retirasen el coche de donde estaba estacionado, ya que un camión debía cargar combustible. La discusión arreció entonces y se centró sobre quién debería retirar el vehículo del sitio donde estaba aparcado.

El amigo del hombre les asestó entonces dos puñaladas en el pecho, y salió huyendo en la furgoneta, matricula de Zaragoza. Un empleado de la gasolinera llamó a una UVI móvil, que acudió a la gasolinera. El equipo intentó reanimar a Julián Nuño, junto con policías de la comisaría de Tetuán, pero el hombre murió allí mismo.

¿Ajuste de cuentas?

Agentes de la comisaria encontraron la furgoneta en la que huyó el agresor abandonada en el paseo de la Dirección. Los investigadores creen que la causa de la agresión es un ajuste de cuentas, por los antecedentes policiales de la víctima.

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