La oposición culpa a Sadam Husein de la muerte del ayatola Joei

La muerte del gran ayatola Abdulqasem Joei, de 92 años, en la ciudad iraquí de Kufa, el pasado sábado, puede ser el preludio de un nuevo incremento del activismo islámico contra el régimen de Sadam Husein. Joei era el principal líder doctrinal del shiísmo. Según fuentes en Londres del Congreso Nacional de Irak, principal plataforma de oposición al régimen baazista, su entierro el domingo en la ciudad santa de Nayaf se celebró precipitadamente y a la fuerza, de forma casi clandestina, en medio de medidas policiales y militares de seguridad sin precedentes. Los mismos medios prevén una reacción ...

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La muerte del gran ayatola Abdulqasem Joei, de 92 años, en la ciudad iraquí de Kufa, el pasado sábado, puede ser el preludio de un nuevo incremento del activismo islámico contra el régimen de Sadam Husein. Joei era el principal líder doctrinal del shiísmo. Según fuentes en Londres del Congreso Nacional de Irak, principal plataforma de oposición al régimen baazista, su entierro el domingo en la ciudad santa de Nayaf se celebró precipitadamente y a la fuerza, de forma casi clandestina, en medio de medidas policiales y militares de seguridad sin precedentes. Los mismos medios prevén una reacción popular airada de amplio alcance en los próximos días. Fuentes oficiales atribuyeron la muerte del ayatola a una enfermedad cardiovascular crónica, pero la coalición opositora y las principales organizaciones islámicas de Irak, de Irán y Líbano, creen que el régimen de Sadam Husein es responsable por las "sevicias, afrentas y persecuciones" a las que le sometió. La organización armada islámica iraquí Al Daawa calificó de "misteriosa" su muerte.Ol Ozma Joei permanecía estrechamente vigilado desde el comienzo de los acontecimientos que desencadenaron la guerra irano-iraquí, en 1980. A partir de marzo de 199 1, estaba en arresto domiciliario en Kufa, 160 kilómetros al sur de Bagdad y entonces gozaba de "buena salud", según medios de oposición. Su familia y sus seguidores fueron sometidos a una persecución incesante. De este cerco tampoco se libró el pasado mes de julio, cuando abandonó temporalmente su cautiverio y fue trasladado a una clínica para ser sometido a una intervención quirúrgica con el propósito de instalarle un marcapasos. El ayatola padecía insuficiencia cardiaca.

La oposición prevé que las conmemoraciones de sus funerales, frecuentes y sucesivas según el rito shií, marcarán un crescendo del activismo islámico contra Sadam, que ha tratado con mano de hierro a los shiíes, sobre todo tras la guerra del Golfo.

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