El golpista ruso Pávlov insta a hacer frente a Yeltsin desde la cárcel

¡Basta ya de experimentos con nuestro país y nuestro pueblo!", clama el ex primer ministro de la desaparecida URSS, Valentín Pávlov, en un artículo escrito en la cárcel donde se encuentra por haber participado en la intentona de golpe de Estado de agosto del año pasado. Pávlov apela a la resistencia: "Aún estamos a tiempo de detener la política de destrucción" del Gobierno. Al mismo tiempo, Mijaíl Gorbachov, objetivo de aquella intentona, dice no ver peligro de un nuevo golpe de Estado."No necesitamos una revolución capitalista ni siquiera para que el mundo nos aplauda. Todavía estamos ...

¡Basta ya de experimentos con nuestro país y nuestro pueblo!", clama el ex primer ministro de la desaparecida URSS, Valentín Pávlov, en un artículo escrito en la cárcel donde se encuentra por haber participado en la intentona de golpe de Estado de agosto del año pasado. Pávlov apela a la resistencia: "Aún estamos a tiempo de detener la política de destrucción" del Gobierno. Al mismo tiempo, Mijaíl Gorbachov, objetivo de aquella intentona, dice no ver peligro de un nuevo golpe de Estado."No necesitamos una revolución capitalista ni siquiera para que el mundo nos aplauda. Todavía estamos a tiempo de detener la política de destrucción y ocuparnos de un trabajo creativo en la economía", dice Pávlov en un texto que el diario Pravda publicaba ayer en primera página. El encarcelado ex primer ministro acusa al presidente Borís Yeltsin de no haber dado a la nación "ni un solo programa constructivo de reforma de la economía y de las relaciones sociales, de desarrollo del Estado, de política interétnica o de relaciones exteriores".

Gorbachov coincide en parte con Pávlov en la descripción de la situación y habla, en una entrevista concedida al diario alemán Die Welt, de la existencia de factores de caos y anarquía tanto en los círculos políticos como en los económicos. Tales elementos pueden poner en peligro la naciente democracia en el país si los partidos políticos no logran llegar a un acuerdo para trabajar unidos, dice el último presidente soviético, que destaca que los militares que intentaron derrocarle no habían comprendido que la URSS; había entrado ya en una irreversible fase de democratización. Gorbachov descarta que ahora pueda producirse un alzamiento militar como el de hace un año.