La prensa británica, podrá informar sobre la vida privada de los políticos

La vida privada de los políticos es de interés público cuando interfiere en su actividad política. Así lo ha afirmado la comisión de reclamaciones de prensa, -Press Complaints y Comissions- órgano independiente que se encarga de dilucidar en qué casos la prensa transgrede el código de conducta británico. La decisión se dio a conocer el miércoles y se produce dos días después del escándalo generado por la publicación de las relaciones del ministro del Patrimonio Nacional, David Mellor, con la actriz española Antonia de Sancha.No obstante, lord McGregor, presidente de la comisión, afirma que la ...

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La vida privada de los políticos es de interés público cuando interfiere en su actividad política. Así lo ha afirmado la comisión de reclamaciones de prensa, -Press Complaints y Comissions- órgano independiente que se encarga de dilucidar en qué casos la prensa transgrede el código de conducta británico. La decisión se dio a conocer el miércoles y se produce dos días después del escándalo generado por la publicación de las relaciones del ministro del Patrimonio Nacional, David Mellor, con la actriz española Antonia de Sancha.No obstante, lord McGregor, presidente de la comisión, afirma que la decisión no es producto de este último escándalo. Es más, todavía no se ha producido reclamación alguna en torno al caso, por lo que la comisión no ha tenido que estudiarlo.

El comunicado emitido por la comisión señala que la decisión se ha tomado tras el estudio de casos anteriores, en los que se habían producido reclamaciones por parte de los afectados o de terceros. Así ocurrió con la publicación de los problemas del príncipe Carlos con lady Diana, y de las relaciones del líder de los liberales demócratas, Paddy Ashdown, con su secretaria.

McGregor afirmó que el comité de editores que suscribe el código de conducta deberá redefinir el concepto de interés público y revisar el capítulo dedicado a las intromisiones en la vida privada de los personajes públicos.

Ello implicará una revisión de los mecanismos que se consideran lícitos para obtener la información.

Los periódicos sensacionalistas muestran estos días su enfado por la petición, por parte de distintos sectores políticos, de una ley de privacidad que ponga fin a la autorregulación de la prensa.

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