La candidatura de Clinton y Gore aspira aspira a dirigir el relevo generacional en EE UU

La designación de Al Gore como compañero de candidatura de Bill Clinton para las próximas elecciones presidenciales puede ser el anuncio de la llegada a la cumbre del Partido Demócrata de una nueva generación de políticos que tratan de romper con el pasado excesivamente liberal y reconciliar a su organización con la mayoría de la población votante. Su presencia en esta campaña es, al mismo tiempo, símbolo del relevo generacional en Estados Unidos."A lo largo de la historia norteamericana cada generación ha tenido que ceder el puesto a la siguiente. Este es el momento en que una nueva generació...

La designación de Al Gore como compañero de candidatura de Bill Clinton para las próximas elecciones presidenciales puede ser el anuncio de la llegada a la cumbre del Partido Demócrata de una nueva generación de políticos que tratan de romper con el pasado excesivamente liberal y reconciliar a su organización con la mayoría de la población votante. Su presencia en esta campaña es, al mismo tiempo, símbolo del relevo generacional en Estados Unidos."A lo largo de la historia norteamericana cada generación ha tenido que ceder el puesto a la siguiente. Este es el momento en que una nueva generación asuma el liderazgo de este país", dijo el jueves el senador de Tennessee al aceptar el puesto.

Cuando Ronald Reagan dejó su cargo en 1989 tenía 77 años. George Bush cuenta actualmente con 67 años y cumpliría los 71 antes de terminar su segundo mandato, en el caso de ser reelegido. El presidente Bush es un producto de la II Guerra Mundial, de una concepción del mundo basada en las guerras ideológicas y en la lucha por el predominio entre las superpotencias.

Clinton, de 45 años, y Gore, de 44, son, en distintos sentidos, frutos de la guerra de Vietnam y, por tanto, del sentimiento de frustración que siguió a la derrota norteamericana en aquel conflicto. Ambos fumaron marihuana en su juventud, llevaron el pelo largo y convivieron con una generación menos triunfalista. Para los candidatos demócratas, la ideología ha dejado de ser un caballo de batalla: y no tendrán que contar con la existencia de la Unión Soviética a la hora de construir su política exterior.

Aunque Bush es el autor del concepto de un nuevo orden internacional, los actos más resaltables de su gestión en el campo de la política exterior han sido aquellos en los que ha hecho uso de la fuerza militar.

Bill Clinton sólo concede una importancia secundaria a los asuntos internacionales, mientras que Gore ha destacado en su faceta exterior como el miembro del Senado más activo en la lucha por el medio ambiente.