IU aprueba, con la abstención de los renovadores, proponer un referéndum sobre la unión europea

El Consejo Federal de Izquierda Unida decidió ayer proponer la celebración en noviembre de un referéndum consultivo en España sobre el Tratado de Maastricht, que pone las bases para la unión europea. Esta iniciativa fue propuesta por sorpresa por el sector mayoritario que lidera Julio Anguita y contó sólo con sus, votos, 85. Los renovadores apoyaron un texto alternativo (con 51 votos), por el que intentaron, sin éxito, trasladar antes la propuesta a las bases de IU. Los renovadores criticaron al sector de Anguita por no dejar claro si propugnaban el sí, el no o la abstención en el referéndum....

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El Consejo Federal de Izquierda Unida decidió ayer proponer la celebración en noviembre de un referéndum consultivo en España sobre el Tratado de Maastricht, que pone las bases para la unión europea. Esta iniciativa fue propuesta por sorpresa por el sector mayoritario que lidera Julio Anguita y contó sólo con sus, votos, 85. Los renovadores apoyaron un texto alternativo (con 51 votos), por el que intentaron, sin éxito, trasladar antes la propuesta a las bases de IU. Los renovadores criticaron al sector de Anguita por no dejar claro si propugnaban el sí, el no o la abstención en el referéndum.

La reunión de este Consejo Federal, que eligió al nuevo comité ejecutivo, fue una prolongación del enfrentamiento en la tercera Asamblea Federal. El caballo de batalla político entre los dos sectores de IU fue, de nuevo, el proceso de construcción europea y los problemas que tendrá cada país, y singularmente España, para adoptar los acuerdos de Maastricht. El sector de Anguita abandera la permanente puesta en cuestión de ese proceso.El reciente referéndum en Dinamarca, (que arrojó un rechazo a Maastricht, y las dificultades económicas que ahora admite el Gobierno español son argumentos que han servido a este sector para rearmarse de razones para poner a Maastricht en la picota.

Aunque los dirigentes del sector de Anguita se limitan públicamente a poner objeciones al proceso europeo, en privado proclaman una negativa rotunda. Este sector mayoritario y oficialista cogió ayer por sorpresa a los renovadores cuando, al comenzar la tarde, el diputado Antonio Romero presentó una resolución, que fue aprobada por 85 votos, con el siguiente texto:

"IU demanda al Gobierno la convocatoria de un referéndum a finales del mes de noviembre que permita un espacio de tiempo suficiente para el desarrollo del debate previo necesario a la campaña propia del referéndum, garantizando el acceso de las distintas fuerzas políticas, sociales y culturales a los medios públicos de comunicación. La pregunta debe ser sencilla y concreta".

Indefinición de campaña

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

En el texto se omite si IU, si prospera la convocatoria, hará campaña por el sí o el no. "Estamos estudiando una fórmula entre el no y la abstención", señaló, de manera enigmática, uno de los propulsores de la idea. Esta iniciativa es continuación de la tesis del sector mayoritario de IU, que coincide con los ganadores del congreso del PCE, que lograron en la tercera asamblea sustituir el "sí crítico" a Maastricht por una fórmula de rechazo. No obstante, la decisión de proponer un referéndum ha levantado algunas suspicacias en la propia mayoría, ya que algunos de sus integrantes recordó el referéndum de la OTAN, que se saldó en marzo de 1986 con una victoria para el Gobierno.

Los renovadores, en palabras de Nicolás Sartorius, aseguran que no tienen ningún prejuicio respecto a la celebración de ese tipo de consultas, pero la consideran inconveniente porque, a su juicio, en última instancia, el Gobierno saldría beneficiado. Según Sartorius, el Gobierno saldría "como un solo hombre" predicando un a la Unión Europea, apoyado, además, por las principales fuerzas políticas, salvo "un sector" de IU.

Diego López Garrido fue el encargado de subir a la tribuna en nombre de los renovadores para defender una propuesta alternativa a la de Anguita, con el argumento de que el consejo de ayer no debería aprobar una propuesta de tal envergadura política sin consultar antes a las bases de la coalición. La propuesta sólo obtuvo los 51 votos de los renovadores.

No obstante, según señaló Anguita, el debate sobre Europa seguirá, ya que en septiembre convocará unas jornadas para analizar con detalle las propuestas para la Unión Europea y, si es preciso, convocará un referéndum entre los militantes de IU.

La pacificación interna de IU fue otra de las cuestiones afrontadas ayer, con resultados nulos. Mayoría y minoría se enfrentaron de nuevo al presentar cada cual su propia lista para la elección de los 25 miembros del comité ejecutivo. Catorce puestos para los oficialistas y 11 para los renovadores fue el resultado final, aunque el sector mayoritario tendrá 15 con el propio Anguita, que no entraba en esta votación al ser el coordinador general. El líder de IU fue ayer ratificado en ese puesto por 101 votos a favor, 43 en blanco y 27 noes.

La decisión de Sartorius de encabezar una lista para el comité ejecutivo hay que entenderla como un gesto de disconformidad en cuanto a lo que ocurrirá dentro de una semana. Anguita elegirá a su equipo y excluirá a los renovadores de los puestos que éstos consideran de verdadera entidad.

Los peor pensados del sector renovador mostraban ayer su convencimiento de que Anguita quiere llegar a las elecciones legislativas rodeado de incondicionales y que para ello incluso sería capaz de no impedir la fractura de IU. Por el contrario, Anguita y sus seguidores recuerdan que hace sólo un mes más de un millar de representantes de toda IU votaron democráticamente los líderes y la política que querían para la coalición.

En busca de un frente contra Maastricht

Hasta ahora el debate sobre la posibilidad de un referéndum en España sobre Maastricht apenas se había rozado, como si los dirigentes políticos tuvieran cierto temor a destapar la caja de los truenos, sobre todo, después del resultado de la consulta en Dinamarca. El sector que domina Izquierda Unida ha tenido en cuenta precisamente este factor.Las escasas posibilidades de que triunfe su propuesta de celebrar un referéndum no han arredrado a los impulsores de la propuesta que, en definitiva, pretenden encabezar al sector social, sea cual sea su dimensión, que no está de acuerdo con las medidas económicas de reajuste que va a emprender el Gobierno ante el horizonte de la Unión Europea. En definitiva, se trataría de formar un frente antieuropeísta apoyado en el descontento social y sindical.

Precisamente el cabeza del sector renovador, Nicolás Sartorius, intentó ayer en vano separar las cuestiones de Maastricht de la política económica y social del Gobierno. De este modo, Sartorius advertía ayer que la celebración de un referéndum en noviembre bloquearía las iniciativas de protesta sindical prácticamente acordadas. La opinión de los sindicatos sobre el tratado para la Unión Europea fue también objeto de controversia en el Consejo Federal de IU. Mientras el sector oficialista asegura que los sindicatos están en contra, los renovadores sostienen que tanto Comisiones como UGT ratificarían el tratado.

La Constitución establece la posibilidad de celebrar referéndum, según lo desarrollado posteriormente en la Ley Orgánica 2/1980. El referéndum consultivo previsto en el artículo 92 de la Constitución requiere la previa autorización del Congreso de los Diputados por mayoría absoluta, a solicitud del presidente del Gobierno. Pero las principales fuerzas políticas han declarado ya su rechazo a celebrar un referéndum, según han expresado dirigentes del PSOE, Partido Popular, Convergència i Unió, PNV y el CDS. En el debate parlamentario del jueves sobre los acuerdos de la cumbre de Lisboa, tan sólo el andalucista Salvador Pérez Bueno pidió explícitamente un referéndum.

Sobre la firma

Archivado En