Un juez militar procesa a 13 soldados de Zaragoza por novatadas
El juez togado militar número 33 de Zaragoza, el capitán José María Ortiz, ha procesado a seis cabos y siete soldados de reemplazo por cometer malos tratos contra sus compañeros del acuartelamiento del Grupo de Abastecimiento de Intendencia, en la capital aragonesa. El juez acusa a los 13 soldados de abuso de autoridad y coacciones (novatadas) y considera que formaban una mafia en el cuartel.Los abogados defensores de los 13 soldados han anunciado que recurrirán el auto de procesamiento y solicitarán que la causa sea trasladada a la jurisdicción civil.
Estos letrados añaden que, con la ...
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El juez togado militar número 33 de Zaragoza, el capitán José María Ortiz, ha procesado a seis cabos y siete soldados de reemplazo por cometer malos tratos contra sus compañeros del acuartelamiento del Grupo de Abastecimiento de Intendencia, en la capital aragonesa. El juez acusa a los 13 soldados de abuso de autoridad y coacciones (novatadas) y considera que formaban una mafia en el cuartel.Los abogados defensores de los 13 soldados han anunciado que recurrirán el auto de procesamiento y solicitarán que la causa sea trasladada a la jurisdicción civil.
Estos letrados añaden que, con la nueva ley del Servicio Militar, la conducta de los procesados está tipificada como falta y no como delito. En cualquier caso, las defensas opinan que los soldados no deberán ir a la cárcel,, pues al menos 10 de ellos ya cumplieron tres meses de prisión preventiva tras ser detenidos el año pasado.Denuncia por amenazas
La causa se inició en marzo de 1991, cuando el soldado Sergio Lapeira Beret denunció amenazas y coacciones de sus compañeros veteranos para que les entregase determinadas cantidades de dinero. Entre las acusaciones contra estos veteranos figuraba solicitar dinero bajo amenazas a los reclutas, golpear a varios de ellos y obligarles a caminar sobre cristales con los pies descalzos.
Los 10 detenidos entonces permanecieron internados durante tres meses en la prisión militar de Alcalá de Henares (Madrid), de donde salieron en libertad provisional y concluyeron el servicio militar. Familiares de los acusados manifestaron entonces que los jóvenes sufrieron "un castigo ejemplarizante" de las autoridades militares a fin de que no volvieran a repetirse las novatadas.
Se basan en que al mismo tiempo que se denunció este caso se registraron otros similares en Huesca y en la Academia General Militar de Zaragoza, donde seis soldados fueron arrestados por exigir dinero a punta de navaja a otros compañeros.