La policía impidió que 120 legionarios, con porras y piedras, asaltaran un barrio musulmán de Ceuta

Unos 120 legionarios, armados de porras, piedras, picos y palas, intentaron en la madrugada de ayer entrar en la barriada ceutí de Los Rosales, de mayoría musulmana, presumiblemente para vengar a un compañero agredido días antes. La rápida actuación de la policía evitó que se produjeran incidentes graves, aunque un vecino resultó con heridas leves y hubo diversos daños materiales. "Entraron como el caballo de Atila", dijo el comisario provincial,José María Deira.

Un vecino del barrio, de religión no musulmana, resultó con heridas leves como consecuencia de la agresión de los legionarios...

Unos 120 legionarios, armados de porras, piedras, picos y palas, intentaron en la madrugada de ayer entrar en la barriada ceutí de Los Rosales, de mayoría musulmana, presumiblemente para vengar a un compañero agredido días antes. La rápida actuación de la policía evitó que se produjeran incidentes graves, aunque un vecino resultó con heridas leves y hubo diversos daños materiales. "Entraron como el caballo de Atila", dijo el comisario provincial,José María Deira.

Un vecino del barrio, de religión no musulmana, resultó con heridas leves como consecuencia de la agresión de los legionarios. Ayer por la tarde se presentaron en la comisaría varias denuncias por daños en vehículos; entre ellos, una hamburguesería móvil.Los legionarios, pertenecientes a la Cuarta Bandera, salieron sobre la medianoche del acuartelamiento García Aldave, del Tercio Duque de Alba II de la Legión, y llegaron poco después de las 0.30 de la mañana del lunes a la entrada de la barriada de Los Rosales, con la intención de vengar la agresión sufrida el pasado fin de semana por un compañero, sobre la que, sin embargo, no existe ninguna denuncia.

Un habitante de la barriada, cuya población es mayoritariamente musulmana, al advertir el inusual desplazamiento de más de un centenar de personas, alertó telefónicamente al Cuerpo Nacional de Policía. Según testigos, los legionarios no llevaban uniforme y algunos iban encapuchados.

Minutos después llegaba al lugar una decena de agentes del 091 que, al comprobar la magnitud de los hechos, pidió refuerzos a la policía local. Mientras llegaban los efectivos municipales, los legionarios instaron a los policías y a los vecinos a sumarse a su acción.

Como nadie respondió a esta invitación, intentaron sin éxito rodear a los miembros del Cuerpo Nacional de Policía, que debieron realizar varios disparos intimidatorios al aire, cuatro en total, según fuentes oficiales.

Tras sumarse al operativo los agentes del 092, de la Policía Municipal, ambas policías, en una acción coordinada, lograron reducir a los legionarios. Todos fueron puestos contra una pared y siete de ellos, aparentemente los cabecillas de la presunta vendetta, fueron detenidos y trasladados a la comisaría provincial.

El resto de los legionarios fue conducido en un camión militar hasta el acuartelamiento de Recarga, perteneciente a la Legión, y después trasladado hasta su unidad, en García Aldave. En este regimiento permanecían retenidos ayer, a la espera de que se abra la correspondiente investigación militar, según indicaron fuentes castrenses, que también aseguraron que ninguno de ellos portaba armas de fuego.

Los siete legionarios detenidos, tras practicarse las oportunas diligencias en comisaría, fueron entregados a la Policía Militar y, posteriormente, puestos a disposición judicial. Se desconoce hasta el momento si entre los arrestados o entre los participantes en los hechos había mandos del Tercio.

El comisario provincial, José María Deira, destacó ayer la labor desarrollada por los policías, menos de 20 en total, quienes, según dijo, "se jugaron el tipo". Desde que llegó a la ciudad, hace unos tres meses, se han producido ya tres enfrentamientos entre legionarios y musulmanes, aunque ninguno de las dimensiones del de la madrugada de ayer.

Deira reveló que ha pedido a la Comandancia Militar de Ceuta que adopte medidas para evitar que estos hechos se repitan y que se ha reforzado la vigilancia policial en la zona. Estas declaraciones contrastan con las efectuadas en Madrid por fuentes del Cuartel General del Ejército, donde se indicó, en base a la información suministrada por el comisario, que "los hechos no han tenido apenas trascendencia", que "no ha habido daños personales y los únicos daños materiales han sido dos o tres cristales rotos y una motocicleta averiada" y que "los legionarios no opusieron resistencia a la Policía".

Las mismas fuentes indicaron que, sin perjuicio de la investigación policial y judicial, el teniente general jefe de la Región Militar Sur, Juan Pérez Crusells, "ha ordenado la incoación de una información reservada para, en el caso de que las hubiera, depurar resporísabilidades".