Requisados Veni Málaga 425 kilos de hachis

El Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) intervino en la madrugada de ayer en aguas próximas a Málaga, zona donde la Mafia extiende sus redes, un yate de bandera británica que transportaba a bordo 475 kilogramos de resina de hachís, valorados en 1.425 millones de pesetas.

En la operación fueron detenidos los tres tripulantes de la embarcación: Axel Hornick, alemán de 34 años; Giusseppe Cohen, italiano, de 34, y Juan Antonio Agüera López, español, de 42 años; que posee antecedentes por tráfico de droga. Éste portaba un permiso de conducir falso. El yate apresado fue avistado por el h...

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El Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) intervino en la madrugada de ayer en aguas próximas a Málaga, zona donde la Mafia extiende sus redes, un yate de bandera británica que transportaba a bordo 475 kilogramos de resina de hachís, valorados en 1.425 millones de pesetas.

En la operación fueron detenidos los tres tripulantes de la embarcación: Axel Hornick, alemán de 34 años; Giusseppe Cohen, italiano, de 34, y Juan Antonio Agüera López, español, de 42 años; que posee antecedentes por tráfico de droga. Éste portaba un permiso de conducir falso. El yate apresado fue avistado por el helicóptero del Servicio de Vigilancia Aduanera a unas 70 millas en dirección a Punta Calaburras (Málaga).

El barco No Harassment, matriculado en Londres, procedía de Punta de Pescadores (Marritecos), zona en la que suelen cargar hachís los narcotraficantes.

El helicóptero envió el mensaje del avistamiento y los datos de localización a la patrullera HJ-IX del mismo organismo. Tras un largo seguimiento, la patrullera intervino el yate y la carga, y los condujo al puerto de Málaga. Rápidamente, intervino también el servicio británico de aduanas con el que Vigilancia Aduanera está conectado directamente las 24 horas, que envió inmediatamente la autorización para abordar al yate.

La embarcación, que se encuentra amarrada en el muelle de las patrulleras de Vigilancia Aduanera, ha sido valorada en unos 15 millones de pesetas y disponía de avanzados sistemas de comunicación y navegación. Uno de los detenidos, el italiano Cohen, se fracturó un pie al saltar desde un segundo piso de las dependencias del SVA, intento de fuga que se frustró.

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