Churchill elaboró planes para 'mejorar' Ia raza

Winston Churchill, primer ministro del Reino Unido durante la II Guerra Mundial, quiso esterilizar o encerrar en campos de concentración a los "degenerados mentales, incapaces y débiles" para evitar que otra vez "contaminaran y llevaran al declive al resto de la raza británica". Sus planes, que hubieran afectado a más de 100.000 personas en el Reino Unido, fueron diseñados hacia 1910, durante su época como ministro del Interior.

El historiador Clive Ponting que trabaja en una biografía de Churchill, ha recopilado numerosos documentos que prueban el extremismo de las ideas racistas del c...

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Winston Churchill, primer ministro del Reino Unido durante la II Guerra Mundial, quiso esterilizar o encerrar en campos de concentración a los "degenerados mentales, incapaces y débiles" para evitar que otra vez "contaminaran y llevaran al declive al resto de la raza británica". Sus planes, que hubieran afectado a más de 100.000 personas en el Reino Unido, fueron diseñados hacia 1910, durante su época como ministro del Interior.

El historiador Clive Ponting que trabaja en una biografía de Churchill, ha recopilado numerosos documentos que prueban el extremismo de las ideas racistas del célebre dirigente conservador. Los documentos han permanecido protegidos hasta ahora por la Ley de Secretos Oficiales y fueron revelados ayer por el diario The Guardian.Ya en 1899, influido por el darwinismo social imperante en Europa a finales del siglo XIX, Churchill escribió en una carta: "La mejora de la raza británica es mi principal objetivo político". Posteriormente, como ministro, encargó diversos estudios sobre la manera más sencilla y eficiente de esterilizar a un sector de la sociedad.

Desde el Home Office hizo la siguiente propuesta al primer ministro lord Asquith: "El antinatural y rápido crecimiento de sectores mentalmente débiles o perturbados, junto a las restricciones impuestas sobre los más enérgicos y superiores, constituye un riesgo para la nación y la raza. Creo que la fuente de esa corriente de locura debe ser cortada y sellada dentro de este mismo año". En su defensa del principio de esterilización de los más "débiles" mentalmente, Churchill consideraba "cruel encerrar de por vida a la gente, cuando una simple intervención quirúrgica les permitiría vivir libremente sin causar ningún daño a los demás". Sus compañeros de Gabinete le convencieron de que tales medidas serían muy impopulares, y sólo unos pocos se opusieron. Como alternativa, Churchill propuso la creación de campos de trabajo donde se detuviera, indefinidamente, a aquellos "cuya inteligencia es defectuosa". El Gobierno rechazó también este plan. Churchill no hizo ningún otro intento de aplicar sus teorías raciales.

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