La hora de los cazadores

Al compás de nuevas recaídas, parece que los más avispados por fin se deciden. Algunas aplicaciones, realizadas a los cambios del día en sectores en fuerte descenso, como la alimentación, ilustran este proceso. Los cazadores bajistas han vuelto a sus trincheras de privilegio y, aunque la evolución del índice es tremendamente descorazonadora, las tomas por sorpresa permiten alumbrar un rebote alcista que animaría a las fuerzas concurrentes en el mercado.Las tendencias erráticas de los mercados internacionales de referencia añaden incertidumbre y permiten a los analistas justificar la actual rig...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Al compás de nuevas recaídas, parece que los más avispados por fin se deciden. Algunas aplicaciones, realizadas a los cambios del día en sectores en fuerte descenso, como la alimentación, ilustran este proceso. Los cazadores bajistas han vuelto a sus trincheras de privilegio y, aunque la evolución del índice es tremendamente descorazonadora, las tomas por sorpresa permiten alumbrar un rebote alcista que animaría a las fuerzas concurrentes en el mercado.Las tendencias erráticas de los mercados internacionales de referencia añaden incertidumbre y permiten a los analistas justificar la actual rigidez de los cambios, bloqueados además por el escaso volumen negociado en los últimos días. Wall Street, con repuntes meramente técnicos; Tokio, sin apenas variación en toda la semana, y Milán, cuyas caídas espectaculares sirven ahora de pretexto y de insólito referente, ayudan a comprender el bajo tono de la inversión institucional en España. Otra amenaza se cierne sobre la liquidez de los mercados europeos: la desviación de fondos de los grandes bancos en proyectos de reconstrucción en la Europa del Este, claramente descontados por las Bolsa de Francfort y Zúrich.

Archivado En