Conde reconoce que son necesarios grandes cambios en la Unión y el Fénix

Mario Conde, presidente de la Unión y el Fénix -que forma parte de la Corporación Banesto-, reconoció ayer que ha sido necesario afrontar grandes reformas en el enfoque de la empresa aseguradora para "garantizar la supervivencia en las nuevas condiciones de mercado". La empresa ganó el pasado año 2.400 millones, un 4,6% más que en 1990. Sin embargo, el grupo consolidado perdió 2.025 millones.Este hecho se deriva, según dijo el consejero delegado, Felipe Pujol, de la eliminación de ingresos obtenidos a través de la realización de inversiones efectuadas por las filiales de la empresa en Francia....

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Mario Conde, presidente de la Unión y el Fénix -que forma parte de la Corporación Banesto-, reconoció ayer que ha sido necesario afrontar grandes reformas en el enfoque de la empresa aseguradora para "garantizar la supervivencia en las nuevas condiciones de mercado". La empresa ganó el pasado año 2.400 millones, un 4,6% más que en 1990. Sin embargo, el grupo consolidado perdió 2.025 millones.Este hecho se deriva, según dijo el consejero delegado, Felipe Pujol, de la eliminación de ingresos obtenidos a través de la realización de inversiones efectuadas por las filiales de la empresa en Francia. Según la legislación española, las plusvalías que han generado esas inversiones, 7.340 millones de pesetas, deben eliminarse de la cuenta de resultados.

El dividendo será de 182,5 pesetas brutas, el mismo que un año antes. Esta cantidad sale de las cuentas de la Unión y el Fénix como empresa individual.

Durante su intervención en la junta de accionistas de la aseguradora, Conde dijo que la empresa "tenía unas dependencias estratégicas muy importantes". Entre ellas citó las grandes pérdidas en el sector del automóvil, poca presencia en el ramo de vida, una red de distribución no adecuada a las necesidades del mercado, una cartera de inversiones en las que tenían un alto peso las inversiones del grupo y una situación en el área de organización y sistemas retrasada.

Tras este diagnóstico, Conde añadió que ha habido que luchar por disminuir las pérdidas técnicas (las que se derivan de la actividad aseguradora) y compensarlas con ingresos financieros de cartera de valores y venta de inmuebles, tal y como ocurre en el resto del sector. Las pérdidas técnicas fueron de 8.357 millones en 1.991, de las que el 75% corresponden al automóvil. Para solucionar el problema, Unión y el Fénix creó una filial -Fénix Autos- que partió de cero sin tener que sufrir unos costes de estructura de agentes que eran insostenibles a juicio del presidente. Fénix Autos perderá este ejercicio -el primero de su existencia- 4.500 millones.

Tras recalcar que la alianza con AGF va por buen camino, Conde dijo que hay que remodelar la estructura de distribución de la compañía ya que el 70% de las primas se suscribían a través de agentes externos, lo que suponía un excesivo coste.

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