NECROLÓGICAS

Fernando de la Torriente, médico

Fernando de la Torriente falleció el viernes pasado en Barcelona, víctima de un infarto de miocardio. A Fernando de la Torriente, subdirector de Planificación y Desarrollo de Recursos Humanos del Ministerio de Sanidad y Consumo, le falló el corazón trabajando y ante un auditorio de decenas de médicos en el hospital barcelonés de Vall D'Ebron que nada pudieron hacer por su vida.Momentos antes había finalizado su intervención en la mesa redonda que conmemoraba el décimo aniversario de la creación de la especialidad de medicina de familia. Cuando el acto llegaba a su fin tomó la palabra, pero no ...

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Fernando de la Torriente falleció el viernes pasado en Barcelona, víctima de un infarto de miocardio. A Fernando de la Torriente, subdirector de Planificación y Desarrollo de Recursos Humanos del Ministerio de Sanidad y Consumo, le falló el corazón trabajando y ante un auditorio de decenas de médicos en el hospital barcelonés de Vall D'Ebron que nada pudieron hacer por su vida.Momentos antes había finalizado su intervención en la mesa redonda que conmemoraba el décimo aniversario de la creación de la especialidad de medicina de familia. Cuando el acto llegaba a su fin tomó la palabra, pero no pudo continuar. Ha muerto rodeado de compañeros de profesión, que, pese a sus responsabilidades en la Administración, nunca dejó de querer y a la que quería volver cuando las circunstancias se lo permitieran. Médico, cirujano, traumatólogo, Fernando de la Torriente consideraba que su labor como subdirector no era más que un paréntesis en su vida. La medicina, decía, me sigue esperando y volveré a ejercer, tal y como lo hizo en el hospital clínico San Carlos de Madrid o en el hospital Santa Cristina, del que fue director.

Su profundo conocimiento de la profesión médica y de la enfermería le hizo derivar hacia la Administración. Creía firmemente en la capacidad de mejora del sistema y, primero, desde el Ministerio de Educación, en el que también fue subdirector, y, más tarde, desde el Departamento de Sanidad y Consumo, batalló sin tregua para reformar y consolidar el Sistema de Médicos Internos y Residentes (MIR) y la enfermería.

Fernando de la Torriente es ya un símbolo. Su trabajo da testimonio de esas labores calladas no espectaculares, que desde e¡ quirófano o el despachó tratan de dotar a nuestro país de un sistema de salud acorde con las demandas sociales. En su empeño, que poco a poco fue minándole su propia salud, no estuvo solo. Ahí están para dar testimonio de ellos los MIR y ATS que ha visto dignificado y reconocido su trabajo. Murió en un hospital, allí donde centró su vida profesional en detrimento muchas veces de su propia vida personal. Su corazón le pasó factura.-

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