Cartas al director

Enemigo interno

La violencia desatada en los últimos días pone de manifiesto las carencias de la sociedad estadounidense. El apaleamiento de un presunto ciudadano y la polémica sentencia de absolución no hacen sino provocar la aparición de sus múltiples frustraciones. Se alegan los principios de una democracia simplemente presunta, y los otros ciudadanos -no menos presuntos y tan sólo iguales entre sí- se lanzan a mostrar su profunda y lógica desesperación. Desde los medios de comunicación se nos viene a decir que nos encontramos ante un recrudecimiento del conflicto racial, ante el hecho de la escasa integra...

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La violencia desatada en los últimos días pone de manifiesto las carencias de la sociedad estadounidense. El apaleamiento de un presunto ciudadano y la polémica sentencia de absolución no hacen sino provocar la aparición de sus múltiples frustraciones. Se alegan los principios de una democracia simplemente presunta, y los otros ciudadanos -no menos presuntos y tan sólo iguales entre sí- se lanzan a mostrar su profunda y lógica desesperación. Desde los medios de comunicación se nos viene a decir que nos encontramos ante un recrudecimiento del conflicto racial, ante el hecho de la escasa integración de determinados sectores y, en definitiva, ante los mismos problemas que se plantearon con anterioridad. Los acontecimientos vienen a corroborar, por el contrario, una realidad más compleja, aquel augurio surgido con la desaparición del que se llegó a considerar principal enemigo del sistema capitalista. Se anticipó entonces lo que podía ocurrir sin un elemento que proporcionara cohesión a los miembros de una sociedad. El análisis nos conduce a la regla de que la ausencia de un enemigo en el exterior provoca la aparición de otro -en este caso interno- que lo sustituye y que consigue superarlo con amplitud. De este modo, el presunto enemigo soviético se ha transformado en ese enemigo que acecha en los suburbios, en ese otro que constituye la punta del iceberg y que simplemente empieza a mostrarnos las múltiples contradicciones de la sociedad norteamericana.-

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