Cartas al director

Certeza autista

Enrique Gil Calvo anuncia el fin de la certeza, desde la íntima y firme convicción de que no hay más certeza que él mismo. Vive rodeado de errores y de erróneos (Manuel Vázquez Montalbán, Trías, Antonio Escohotado, Eduardo Haro Tecglen, etcétera).Podríamos decir de él, a juzgar por su artículo, aquello que decía la canción mariana: "El solo entre tantos errores, del pecado de la certeza se libró".

Lástima que tan singular y solitaria lucidez se vea al final del artículo ensombrecida por la certeza onanista de la voluntad y el yo, y por la utopía progresista del futuro.

Tanta luci...

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Enrique Gil Calvo anuncia el fin de la certeza, desde la íntima y firme convicción de que no hay más certeza que él mismo. Vive rodeado de errores y de erróneos (Manuel Vázquez Montalbán, Trías, Antonio Escohotado, Eduardo Haro Tecglen, etcétera).Podríamos decir de él, a juzgar por su artículo, aquello que decía la canción mariana: "El solo entre tantos errores, del pecado de la certeza se libró".

Lástima que tan singular y solitaria lucidez se vea al final del artículo ensombrecida por la certeza onanista de la voluntad y el yo, y por la utopía progresista del futuro.

Tanta lucidez para acabar cayendo en la certeza autista del cartesiano. ¡Ya no queda decencia! ¡Otro error más!-

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Profesor del departamento de Filosofía del Derecho, Moral y Política de la Universidad de Granada.

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