Reportaje:CRÓNICAS DE VILLAVERDE/ 2

El sargento Barriga, Nieves y los mineros de León

Desde que mataron al sargento Barriga, en 1966, hasta la marcha a Madrid de los mineros de León que se produjo hace unos días, las cosas han cambiado en Villaverde. Valeriano Barriga era un sargento de la Guardia Civil más temido que respetado en Villaverde, a juicio de muchos vecinos que aún lo recuerdan.El hombre que lo mató fue Jesús García Romero, alias Ríos Romero, que murió por garrote vil en 1966. Lo hizo a las dos de la madrugada. El sargento salió detrás de dos hombres que acababan de robar en una tienda. Lo típico: deténgase, nadie se detiene, fuego cruzado y el sargent...

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Desde que mataron al sargento Barriga, en 1966, hasta la marcha a Madrid de los mineros de León que se produjo hace unos días, las cosas han cambiado en Villaverde. Valeriano Barriga era un sargento de la Guardia Civil más temido que respetado en Villaverde, a juicio de muchos vecinos que aún lo recuerdan.El hombre que lo mató fue Jesús García Romero, alias Ríos Romero, que murió por garrote vil en 1966. Lo hizo a las dos de la madrugada. El sargento salió detrás de dos hombres que acababan de robar en una tienda. Lo típico: deténgase, nadie se detiene, fuego cruzado y el sargento cae muerto. Su hermano F. García y la querida de éste, C. V., fueron indultados. Barriga murió cuando intentaba que ellos no robaran en una tienda.

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Nieves, que es una nicanora convencida, lamentó la muerte del sargento Valeriano Barriga. Ella es la clase de señora que alardea de tener una carta de la Reina en la que le promete una vivienda. Por ello va a las manifestaciones con una fotocopia de la carta, que tiene el sello de la Casa Real, en la que le prometen que se insta a la Consejería de Política Territorial para que estudie su caso.

Nieves es una de las 50 mujeres que fletaron un autobús desde Los Rosales hasta el Arco de Triunfo de Moncloa para recibir a los mineros. Cuando llegaron a Moncloa cogieron una pancarta y corearon "minero, valiente, Villaverde está presente" ante la cara sorprendida de muchos mineros que no comprendían muy bien qué era eso de Villaverde.

Cuando veían un helicóptero coreaban "ito, ito, ito, abajo el pajarito". Recordaban sus enfrentamientos en Los Molinos con el helicóptero que apoyaba a los antidisturbios. Los vecinos de Los Rosales han tomado en menos de un año clases aceleradas de concienciación social. Hasta entonces, sólo se habían unido alguna que otra vez contra el AVE (tren de alta velocidad) o contra las plagas de mosquitos que trae el Manzanares.

Ahora apoyan a los mineros y, sin quererlo, toman apuntes mentales sobre lucha de clases, que aplicarán más tarde en su barrio.

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Matar subnormales

De vuelta, en el autobús se escuchan algunas conversaciones contradictorias: un señor se esforzaba en explicarle a una mujer que la Coordinadora de Villaverde-Perales no lucha contra los gitanos, si no contra los delincuentes y traficantes; que da la casualidad de que son gitanos. Pero en otra parte del vehículo un hombre conversaba con una señora:-¿Sabes por qué los gitanos no tienen hijos subnormales ni con defectos? -le dice un hombre a una mujer.

-¿Por qué?

-Porque los matan al nacer.

El hombre no lo contaba como un chiste.

-Fíjate -decía la mujer-, no había caído en eso.

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