Pujol, reelegido por cuarta vez en un debate de guante blanco con la oposición

El líder del nacionalismo moderado catalán, Jordi Pujol, encaró ayer, tras un debate de guante blanco, la recta que le llevará a sumar 16 años consecutivos al frente de la Generalitat cuando finalice la legislatura para la que ayer fue elegido presidente por el Parlament. El candidato recibió el voto favorable de los 70 diputados de Convergència i Unió (CiU). Dos más que la mayoría absoluta. Los 58 diputados socialistas, ex comunistas y republicanos votaron en contra, mientras los siete conservadores se abstenían.

A todos los diputados de la oposición que participaron en el debate parla...

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El líder del nacionalismo moderado catalán, Jordi Pujol, encaró ayer, tras un debate de guante blanco, la recta que le llevará a sumar 16 años consecutivos al frente de la Generalitat cuando finalice la legislatura para la que ayer fue elegido presidente por el Parlament. El candidato recibió el voto favorable de los 70 diputados de Convergència i Unió (CiU). Dos más que la mayoría absoluta. Los 58 diputados socialistas, ex comunistas y republicanos votaron en contra, mientras los siete conservadores se abstenían.

A todos los diputados de la oposición que participaron en el debate parlamentario para la investidura de Pujol les traicionó el subconsciente en uno u otro momento y se dirigieron a él como presidente cuando era todavía sólo candidato. En realidad, ni durante la campaña electoral se imaginaba ninguno de ellos un final de la misma con otro candidato a la investidura. Todo ello explica la facilidad con que Pujol superó el debate que le abría su cuarto mandato consecutivo.La moderación de que Pujol hizo, gala en el discurso con que anteayer se abrió el debate tuvo su continuación en las réplicas de los líderes de la oposición. La excepción la protagonizó el presidente de Iniciativa per Catalunya (IC), Rafael Ribó, quien acusó a Pujol de engañar al país manipulando indicadores económicos con el objetivo de presentar una imagen triunfalista.

Cuando toda la jornada había discurrido ya dentro de un elevado nivel de cortesía, el líder de Esquerra . Republicana (ERC), el independentista Àngel Colom, protagonizó un incidente cuando el portavoz de CiU ratificó que ERC no obtendría ninguno de los seis senadores que elige el Parlament. Colom pidió la palabra, pese a que no le correspondía, y, visiblemente agitado, acusó a CiU de haber tomado aquella decisión "por imposición de Madrid". No especificó a quién se refería cuando decía "Madrid", pero hubiera dado lo mismo porque éste le desconectó el micrófono.

El portavoz del PP, Aleix Vidal-Quadras, manifestó que los conservadores están interesados en conseguir que Pujol y CiU se sumen a la construcción de una alternativa al Gobierno del PSOE. Por ello, le lanzó repetidas ofertas de colaboración, siempre que CiU se aleje de toda veleidad nacionalista radical.

El líder de la oposición, el socialista Raimon Obiols, se movió también dentro de una gran corrección, aunque formulé contra Pujol la acusación de promover una política que expulsa del sistema político catalán a los inmigrantes al identificar a CiU con la Generalitat.

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