RELIGIÓN

Inmadurez e inadaptación, motivos más frecuentes de nulidad matrimonial

La inmadurez y la inadaptación a las obligaciones que comporta el matrimonio, sobre todo la indisolubilidad, son las causas más frecuentemente esgrimidas al pedir la declaración de nulidad matrimonial. Estas motivaciones aparecieron en 99 de las 126 sentencias emitidas por el Tribunal de La Rota Romana, el último año judicial, una mayoría de las cuales (67) fueron a favor del mantenimiento del vínculo, frente a 59 declaraciones de nulidad.

El único español miembro de La Rota, José María Serrano Ruiz, sacerdote vallisoletano de 60 años, docente de derecho canónico y auditor de La Rota de...

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La inmadurez y la inadaptación a las obligaciones que comporta el matrimonio, sobre todo la indisolubilidad, son las causas más frecuentemente esgrimidas al pedir la declaración de nulidad matrimonial. Estas motivaciones aparecieron en 99 de las 126 sentencias emitidas por el Tribunal de La Rota Romana, el último año judicial, una mayoría de las cuales (67) fueron a favor del mantenimiento del vínculo, frente a 59 declaraciones de nulidad.

El único español miembro de La Rota, José María Serrano Ruiz, sacerdote vallisoletano de 60 años, docente de derecho canónico y auditor de La Rota desde 1970, no comparte la opinión, muy extendida, de que la Iglesia abrió la mano" a las anulaciones matrimoniales presionada por la legalización del divorcio en países de mayoría católica. "Hay dos esferas soberanas: el Estado, con sus leyes, y la Iglesia, con sus dogmas y su moral", por lo que "el que haya más o menos declaraciones de nulidad es independiente de que haya más o menos divorcios", asegura Serrano.Aunque es semejante la actitud existencial del que se divorcia y la del que pide la anulación, "lo que sí ha influido en los juicios de nulidad matrimonial de los últimos años ha sido la doctrina del Concilio Vaticano II", afirma Serrano. "La doctrina del Vaticano II aportó más riqueza a la concepción del matrimonio cristiano, y ha influido en la aproximación entre consenso y estado conyugal", precisa. "Antes nos movíamos en el matrimonio contrato, con su especificidad, pero contrato. Ahora lo principal no es el contrato, sino la participación, la comunión, el consorcio, que supone compartir destino y suerte" agrega.

El caso de Carolina

Muchas causas de nulidad nacen existencialmente de la imposibilidad de llevar adelante el matrimonio, de la inadaptación o inadecuación para cumplir las obligaciones que comporta el matrimonio cristiano: unidad, indisolubilidad, el querer tener hijos.Al parecer, la declaración de nulidad en primera instancia, en el caso de la princesa Carolina de Mónaco, se ha basado en su "inmadurez" en el momento de casarse con Philipe Junot, según fuentes consultadas por Efe.

Serrano, que no ha intervenido en este caso ni ha querido saber nada de la cuestión, para que los periodistas no le "acosen", señala que la inmadurez es una de las alegaciones más frecuentes y en la que más cabe el engaño; por ello se requiere la intervención de peritos, pruebas, hace falta sutileza jurídica, lo que explica la duración prolongada de los procesos por esta causa.

Por el acto matrimonial irrevocable, "hombre y mujer se aceptan todo, no es mero acto de voluntad e inteligencia, sino de comunión, que implica sensibilidad, afectividad, vida sexual, como complemento mutuo; por ello hoy caben más grados de inmadurez que antes", afirma.

Aunque en la mayor parte de los casos se habla de nulidad, hay casos excepcionales en que la Iglesia disuelve matrimonios no como algo debido, sino como gracia que el Papa concede". Se trata del matrimonio roto no consumado, que se presenta sobre todo en los casos de impotencia, y el llamado "privilegio paulino", que se concede a los matrimonios mixtos, pues al no ser católico uno de los contrayentes no hay sacramento.

Serrano asegura que no es cierto que sólo salga adelante la causa que promueve quien tiene dinero para pagarse un abogado. Para los casos de insolvencia económica provee la propia Rota. De las 130 sentencias del último año, 74 (el 56,5%) fueron gratuitas y no tuvieron que pagar ni abogado ni las costas.

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