Tribuna:

A propósito de la Reserva Federal

Mala señal cuando los astrólogos y los expertos economistas de Merill Lynch, Solomond o Asesores Bursátiles dicen cosas igual de convincentes aunque sean contradictorias. Mal augurio; preámbulo de un desconcierto que puede desencadenarse sin prisas. El desorden entra en las cotizaciones de forma aleatoria cuando alguien capta, por ejemplo, en una emisora que el recalentamiento de la economía japonesa hundirá el mundo financiero. Si esto ocurre el mismo día que el índice Nikkei cae algunos puntos, todo es creíble, y sólo basta confrontar el dato con el déficit comercial americano o el déficit d...

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Mala señal cuando los astrólogos y los expertos economistas de Merill Lynch, Solomond o Asesores Bursátiles dicen cosas igual de convincentes aunque sean contradictorias. Mal augurio; preámbulo de un desconcierto que puede desencadenarse sin prisas. El desorden entra en las cotizaciones de forma aleatoria cuando alguien capta, por ejemplo, en una emisora que el recalentamiento de la economía japonesa hundirá el mundo financiero. Si esto ocurre el mismo día que el índice Nikkei cae algunos puntos, todo es creíble, y sólo basta confrontar el dato con el déficit comercial americano o el déficit de caja de la economía nacional, que para ser enjugado precisa emisiones del Tesoro en competencia con la inversión bursátil.La orientación del corto plazo no consolida el mercado que de repente fija su atención en el tipo de descuento. ¿Volverá la presión sicológica del precio del dinero? ¿Conoce el inversor medio la función del banco emisor? En Estados Unidos, un sondeo estadístico sobre la Reserva Federal evidenció que un 23% de la población la confundía con una reserva india, un 26% pensaba que era un parque natural y un 51% identificaba la FED con una marca de güisqui.

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