El Papa y Gorbachov
Contestar a los artículos de opinión insertos en EL PAÍS del 3 de los actuales de Mijail Gorbachov con relación al encuentro con el Papa se hace un tanto difícil en una mera carta al director, pero como católico -al menos en la creencia de serlo- bastarán estas siguientes puntualizaciones:Que el Papa tenga que desempeñar "un gran papel político", como dice Gorbachov, quizá a Juan Pablo II no le disguste; pero los católicos -locos- de la línea de nuestro Enrique Miret Magdalena protestamos porque la Iglesia esté metida en política y esté organizada como Estado político.
A los cristianos ...
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Contestar a los artículos de opinión insertos en EL PAÍS del 3 de los actuales de Mijail Gorbachov con relación al encuentro con el Papa se hace un tanto difícil en una mera carta al director, pero como católico -al menos en la creencia de serlo- bastarán estas siguientes puntualizaciones:Que el Papa tenga que desempeñar "un gran papel político", como dice Gorbachov, quizá a Juan Pablo II no le disguste; pero los católicos -locos- de la línea de nuestro Enrique Miret Magdalena protestamos porque la Iglesia esté metida en política y esté organizada como Estado político.
A los cristianos de base no nos gusta que la Iglesia quiera imponerse como poder político, sino que sea un servicio a los demás como Jesús hizo y transmitió. Maquiavelo, en su obra El príncipe, separó radicalmente la política de la ética, y la base del cristianismo es sólo ética y moral.
A esta Iglesia que tanto está olvidando el mensaje evangélico me atrevo a hacerle una pregunta: hubo un gran presidente de la Primera República Española -Salmerón- que dimitió por no firmar una sentencia de muerte. Hubo un jefe de Estado español que se cansó de firmar sentencias de muerte y era paseado bajo palio cada vez que salía o entraba en un templo. ¿A qué vera, izquierda o derecha, tendrá Dios a ambos?
Es una pregunta política. Se la hago al Papa y a una Iglesia que se aparta del mensaje del Evangelio en el que está el hombre y sus derechos humanos. Luchemos y prediquemos todos lo que concierne al hombre, que este Evangelio huye y olvida todo valor político.-