El Gobierno de Haití augura la muerte a Aristide si regresa al país

En declaraciones a EL PAÍS, el portavoz Piquion manifestó que el embargo decretado por la OEA está afectando directamente al pueblo porque la gente rica puede tomar un avión en un momento dado y marcharse a Míami, Nueva York o París y hacer sus arreglos. "No hay medicinas, la gente se muere en los quirófanos de los hospitales por falta de fluido eléctrico, la industria nacional está por los suelos... Aunque mañana mismo se decretara el levantamiento del embargo, sus efectos quedarán presentes en la sociedad durante mucho tiempo. Especialmente entre los recién nacidos en estos últimos meses, qu...

En declaraciones a EL PAÍS, el portavoz Piquion manifestó que el embargo decretado por la OEA está afectando directamente al pueblo porque la gente rica puede tomar un avión en un momento dado y marcharse a Míami, Nueva York o París y hacer sus arreglos. "No hay medicinas, la gente se muere en los quirófanos de los hospitales por falta de fluido eléctrico, la industria nacional está por los suelos... Aunque mañana mismo se decretara el levantamiento del embargo, sus efectos quedarán presentes en la sociedad durante mucho tiempo. Especialmente entre los recién nacidos en estos últimos meses, que están marcados por la malnutrición. El embargo es inhumano, inaceptable e inmoral", aseguró.El portavoz del Gobierno golpista dijo que Aristide había enfrentado durante su mandato a unos haitianos contra otros, creando un régimen de terror. "A Aristide no sólo lo rechaza el Ejército, sino una gran parte de la población. No estamos en contra de la democracia. Es más, la queremos porque hemos conocido muchas dictaduras", asegura este ministro, profesor de Filosofía, que asegura haber estado exiliado en Canadá durante la etapa de los Duvalier. "El problema de Haití es de civilización. Queremos entrar en el club de los hombres pero antes debemos salir del club de la bestialidad. Somos un pueblo manipulado a lo largo de la historia, que necesita la cooperación de las naciones para salir del salvajismo. No podemos seguir siendo conocidos en el extranjero por dictaduras sangrientas, acciones de injusticia popular con personas que son asesinadas en la calle envueltas por un neumático incendiado o por casos de antropofagia o descuartizamiento de cuerpos para exhibir los órganos sexuales como trofeo de caza".

En opinión de Piquion, el Vaticano ha reconocido su Gobierno y ello es prueba de que "la Iglesia sabe bien quién es Aristide y qué puede pasar en este país a su vuelta". "Hemos sido escogidos", añade, "como laboratorio por la comunidad internacional para que no haya golpes de Estado en Venezuela, en Bolivia o en Chile y para imponer elecciones en Cuba sin que nadie, y especialmente la Organización de Estados Americanos (OEA), se haya detenido lo más mínimo por interesarse sobre el actual gran problema de desequilibrio social y cultural en este país, y lo que puede suponer de enfrentamiento entre comunidades la vuelta de Aristide. Yo no me opongo a que regrese a este país, que es el suyo, pero no ahora, porque traería consigo una insurrección popular", indicó.

Las declaraciones de Piquion reflejan, en este momento de negociaciones profundas en el país para buscar una salida airosa a la crítica situación política, la posición del Gobierno títere que encabeza el anciano presidente Joseph Nerett y su primer ministro, Jean Jacques Honorat, al queapoyan los militares y un sector importante y decisivo del Parlamento.

El resto del Senado y de la Cámara de los Diputados está a favor, aunque de forma anónima y no pública, de seguir los acuerdos de Washington que pretenden la restauración de Aristide con un Gobierno de consenso nacional encabezado por el filocomunista René Theodore, que no es bien visto por las 632 familias que controlan el poder económico de Haití y que hoy día es el sostén social más importante en el interior del régimen militar.