La minoría serbia desata nuevos ataques en Bosnia-Herzegovina antes de que se consolide la independencia

El acuerdo entre la presidencia de Bosnia-Herzegovina y los líderes serbios de esta república yugoslava, que el lunes había evitado en el último momento el estallido de la guerra civil, fue roto ayer por nuevas acciones de comandos serbios que trataban de evitar que se consolidara la independencia. Al cierre de esta edición, el presidente Alia Izetbegovic, musulmán, el líder serbio Radovan Karadzic y el general del Ejército serbio-federal Miodrag Kukanjac intentaban evitar un conflicto generalizado.

El nuevo pacto incorporaba un llamamiento para que retornasen a sus casas todos los ciud...

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El acuerdo entre la presidencia de Bosnia-Herzegovina y los líderes serbios de esta república yugoslava, que el lunes había evitado en el último momento el estallido de la guerra civil, fue roto ayer por nuevas acciones de comandos serbios que trataban de evitar que se consolidara la independencia. Al cierre de esta edición, el presidente Alia Izetbegovic, musulmán, el líder serbio Radovan Karadzic y el general del Ejército serbio-federal Miodrag Kukanjac intentaban evitar un conflicto generalizado.

El nuevo pacto incorporaba un llamamiento para que retornasen a sus casas todos los ciudadanos y establecía patrullas mixtas en toda la república. Sin embargo, a pesar del acuerdo, la república de Bosnia-Herzegovina se encontraba de nuevo ayer al borde de la guerra civil. Ayer se produjeron enfrentamientos con muertos en varias ciudades del norte mientras las fuerzas paramilitares de las comunidades musulmana y croata, por un lado, y serbia, por el otro, recorrían armadas Sarajevo dispuestas a todo. Al cierre de esta edición se escuchaban intensos tiroteos en Sarajevo.El presidente de Bosnia-Herzegovina, el musulmán Alia Izetbegovic, había advertido que llamaría a la población de la república a la autodefensa ante cualquier nuevo intento del nacionalismo radical serbio de cercar Sarajevo, como ocurrió el domingo.

Iztebegovic hizo un otro llamamiento a la comunidad internacional para que reconozca cuanto antes la independencia, soberanía e integridad territorial de Bosnia-Herzegovina, un día después de quela república escapara en el último momento de una guerra interétnica. Sarajevo había vuelto a cierta normalidad si bien políticos y ciudadanos temían que el levantamiento serbio del domingo pudiera ser sólo el, ensayo general".

"Advierto a cualquiera que lo intente de nuevo que llamaré a la población a movilizarse. Doscientas o trecientas mil personas saldrán a la calle y tomarán Sarajevo. No cederemos al chantaje", declaró el presidente a la prensa.

Por otra parte, el Gobierno anunció ayer los resultados oficiales del referéndum celebrado el fin de semana, que indican que más del 63% del censo está a favor de la independencia y secesión de Yugoslavia. Entre los vo tos emitidos, el 99,4% es afirmativo, lo que era previsible, ya que los adversarios de la independencia, a su cabeza el Partido Democrático Serbio (PDS), pero también algunos grupos radicales croatas habían llamado al boicoteo.

Sin concesiones

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Iztebegovic rechazó con vehe mencia haber hecho concesiones al PDS, que dirigió el domingo el cercó a la capital con barricadas y comandos armados. El presidente acusé al PDS e, indirectamente, al régimen de Belgrado de haber planeado la rebelión para impedir el reconocimiento internacional de la república. También expresó su convencimiento personal de que el incidente registrado el domingo en Sarajevo durante una boda serbia, que se saldó con dos muertos, fue el detonante de la movilización armada serbia.

El mando del ejército federal había condenado el lunes las barricadas PDS pero rehusó intervenir mientras no se produjeran graves conflictos interétnicos. Ayer quiso negar incluso el que francotiradores hubieran disparado el lunes desde el cuartel de la avenida Vojvode sobre una manifestación pacífica. Varios periodistas, entre ellos el de EL PAÍS, comprobaron que los tiros partieron del cuartel. Al menos provocaron tres heridos.

El ministro de Asuntos Exteriores de Bosnia-Herzegovina, Haris Silajic, manifestó ayer que espera un rápido reconocinúento internacional de la república para evitar que nuevas acciones de este tipo constituyan un método de chantaje de una minoría radical sobre la voluntad de la mayoría de la población libremente expresada.

Silajic acusó implícitamente a la dirección serbia de orquestar el levantamiento en Sarajevo y dijo que se había intentado ."la misma escenificación que ya vimos en Croacia" antes de la guerra allí.

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