Tribuna:

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Hay inversores cuyo olfato no tiene precio como demuestra que Sniace, sociedad que ha presentado suspensión de pagos el lunes día 2 de marzo, registrara volúmenes de 70.000 y 130.000 títulos el viernes y el lunes, cuando la media diaria de este ejercicio está en 34.000 acciones. Los que vieron clara la jugada se han librado de permanecer atados al valor durante los días que dure la suspensión de contratación, mientras que el resto tendrá que hacerlo de siempre: aguantar el chaparrón.La suspensión de Sniace no sólo sorprendió a unos cuantos desinformados, sino que tuvo como efecto secundario el...

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Hay inversores cuyo olfato no tiene precio como demuestra que Sniace, sociedad que ha presentado suspensión de pagos el lunes día 2 de marzo, registrara volúmenes de 70.000 y 130.000 títulos el viernes y el lunes, cuando la media diaria de este ejercicio está en 34.000 acciones. Los que vieron clara la jugada se han librado de permanecer atados al valor durante los días que dure la suspensión de contratación, mientras que el resto tendrá que hacerlo de siempre: aguantar el chaparrón.La suspensión de Sniace no sólo sorprendió a unos cuantos desinformados, sino que tuvo como efecto secundario el provocar un movimiento de desconfianza hacia todos los valores de segunda fila, siempre con problemas pero capaces de responder con fuerza a los vaivenes del mercado. Poco después de comenzar la sesión, el índice acusó una debilidad que ni siquiera la apertura positiva en Wall Street pudo enmendar.

También ayer se supo que se ha "constituido prenda" sobre un 18% del capital social de Asturiana del Zinc, sin que nadie haya dado cuenta a los pequeños accionistas de qué significa eso ni si puede afectar en el futuro al precio de sus títulos. El índice de la bolsa perdió al cierre de la sesión 0,81 puntos, un dato incluso positivo ante tanto movimiento de fondo.

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