Numerosos heridos en una batalla campal tras un partido preolímpico
Un gran tumulto, con numerosos heridos, se produjo al final del partido de clasificación para los Juegos Olímpicos de Barcelona entre las selecciones sub-23 de Brasil y Paraguay, disputado en el estadio Defensores del Chaco, en Puerto Sajonia (Paraguay). Tras vencer Brasil por 0-1, el público se lanzó contra los jugadores visitantes, que tuvieron muchísimas dificultades para abandonar el campo.En los incidentes resultó herido el directivo uruguayo Eugenio Figueredo, miembro de la comisión de relaciones públicas y prensa de la FIFA, que tuvo que ser ingresado en una clínica tras ser golpeado en...
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Un gran tumulto, con numerosos heridos, se produjo al final del partido de clasificación para los Juegos Olímpicos de Barcelona entre las selecciones sub-23 de Brasil y Paraguay, disputado en el estadio Defensores del Chaco, en Puerto Sajonia (Paraguay). Tras vencer Brasil por 0-1, el público se lanzó contra los jugadores visitantes, que tuvieron muchísimas dificultades para abandonar el campo.En los incidentes resultó herido el directivo uruguayo Eugenio Figueredo, miembro de la comisión de relaciones públicas y prensa de la FIFA, que tuvo que ser ingresado en una clínica tras ser golpeado en la cabeza con un objeto. Figueredo se había lanzado al campo para intentar calmar a los espectadores y ayudar a los jugadores brasileños.
Decenas de policías con escudos y cascos tuvieron que formar un cordón en el centro del campo para proteger a los jugadores brasileños, a los que el público arrojó desde las tribunas piedras, botellas, naranjas y bolsas con agua y otros líquidos. Los intentos de la policía para proteger a los jugadores fueron inútiles y las fuerzas de choque tuvieron que dirigirse hacia las tribunas.
Media hora después de finalizar el partido, los brasileños continuaban en el centro del campo para evitar que les alcanzasen los objetos arrojados desde la grada. El estadio paraguayo no cuenta con túneles y los jugadores tuvieron que pasar bajo la tribuna para llegar al vestuario.