El clima preelectoral congela las negociaciones de paz para el Ulster

Los esfuerzos para conseguir un diálogo de paz en Irlanda del Norte se dan por fracasados. Los cuatro grandes partidos constitucionales del Ulster y el ministro para Irlanda del Norte, Peter Brooke, decidieron el lunes por la noche que era inútil seguir reuniéndose en plena precampaña electoral, cuando cada uno de los grupos intenta destacar sus diferencias con los demás, y no sus posibles puntos de acuerdo. Quedó especificado en un comunicado conjunto que la iniciativa de paz de Brooke se considera aún válida, y será reemprendida después de los comicios.Las elecciones no han sido convo...

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Los esfuerzos para conseguir un diálogo de paz en Irlanda del Norte se dan por fracasados. Los cuatro grandes partidos constitucionales del Ulster y el ministro para Irlanda del Norte, Peter Brooke, decidieron el lunes por la noche que era inútil seguir reuniéndose en plena precampaña electoral, cuando cada uno de los grupos intenta destacar sus diferencias con los demás, y no sus posibles puntos de acuerdo. Quedó especificado en un comunicado conjunto que la iniciativa de paz de Brooke se considera aún válida, y será reemprendida después de los comicios.Las elecciones no han sido convocadas todavía, aunque se especula crecientemente con la fecha del 9 de abril. Suceda lo que suceda, parece seguro que Peter Brooke dejará de formar parte del Gobierno británico y será otro quien patrocine el diálogo en el futuro. Dos años al frente de los conflictivos condados irlandeses, rematados inoportunamente con una canción televisada justo después de que el IRA matara a ocho trabajadores el pasado día 17, han quemado políticamente a Brooke.

Otra incógnita para el futuro de las conversaciones de paz radica en una posible, aunque no probable, victoria laborista. Los partidos unionistas del reverendo Ian Paisley y de James Molyneaux están radicalmente enfrentados al Partido Laborista, en cuyo programa consta como objetivo a largo plazo la reunificación irlandesa. Ya han anunciado que romperán la baraja del diálogo si los laboristas llegan al poder.

El interés de Dublín

Peter Brooke se reunió ayer en Belfast con el ministro de Exteriores de la República de Irlanda, Gerry Collins, para darle cuenta de la suspensión del proceso de paz. Para el Gabinete irlandés, implicado también en el diálogo patrocinado por Brooke, la pausa no puede ser más oportuna. Se espera que el primer ministro de Irlanda, Charles Haughey, anuncie su dimisión en cuestión de horas, lo que abrirá la carrera por su sucesión en el partido, Fianna Fáil, y la jefatura del Gobierno. Con tal alboroto doméstico, los políticos de Dublín no estarán en las próximas semanas por la labor del Ulster.Brooke y Collins conversaron también sobre la cooperación antiterrorista. Las fuerzas de seguridad del Ulster están embarcadas desde el atentado, del día 17 en una espectacular búsqueda de agentes y colaboradores del Ejército Republicano Irlandés (IRA), dentro de la cual fue detenido, el lunes por la noche, el vicepresidente del Sinn Fein, Martin McGuinness. La detención formó parte de una redada en Londonderry, donde la población es mayoritariamente católica, y el juez no ha presentado cargos por el momento. El presidente del Sinn Fein, Gerry Adams, pidió el domingo pasado que su partido pueda participar en futuras conversaciones de paz. Hasta ahora ha sido excluido, por sus relaciones políticas con el IRA.

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