La niebla en Barajas

Un desconocido llamado ILS

El sistema de aterrizaje por instrumentos, en inglés instrumental landing system (ILS), se instaló en Barajas hace 10 años. Tiene tres partes: el localizador, la senda de descenso y las radiobalizas. Ninguna es espectacular ni llamativa.Los técnicos de Barajas aseguran haber leído versiones sobre este sistema que rondan la ficción científica. "Desde que era una especie de reloj hasta que eran unos ventiladores enormes que desviaban la niebla a otros lugares. Esas opiniones sobre el ILS son las que les hemos escuchado a muchos viajeros".

El localizador y la senda de descenso se ma...

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El sistema de aterrizaje por instrumentos, en inglés instrumental landing system (ILS), se instaló en Barajas hace 10 años. Tiene tres partes: el localizador, la senda de descenso y las radiobalizas. Ninguna es espectacular ni llamativa.Los técnicos de Barajas aseguran haber leído versiones sobre este sistema que rondan la ficción científica. "Desde que era una especie de reloj hasta que eran unos ventiladores enormes que desviaban la niebla a otros lugares. Esas opiniones sobre el ILS son las que les hemos escuchado a muchos viajeros".

El localizador y la senda de descenso se materializan en dos casetas donde hay varios aparatos de precisión con antenas al lado. Las señales del localizador son las primeras que encuentra el piloto. En el avión se reflejan a través de una esfera con dos líneas. Cuando las dos forman una cruz, la posición es correcta. Después la senda lo situará en el centro de la pista.

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Las radiobalizas son el tercer componente del ILS y se utilizan para comprobar que la altitud de paso sobre ellas es la correcta durante la aproximación. En ningún momento se observan destellos ni luces o resonancias. Lo único que percibe el avión son ondas radioeléctricas.

El ILS tiene tres categorías. La primera sirve para aterrizar con visibilidad de hasta 600 metros; la segunda, de 350 metros, y la tercera, de 200. Hasta el pasado mes de septiembre no se acopló el sistema a la categoría 3-A. ¿Por qué? Según el director del aeropuerto, porque hasta entonces no compensaba hacerlo. Cuanto más grado de precisión alcanza el sistema, más caro es su mantenimiento. Desde que se instaló la nueva categoría, el coste anual sale por unos cinco millones de pesetas, sin contar las nóminas de los técnicos encargados de cuidarlo.

"Menos mal que había bruma"

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No todos los problemas de Barajas vienen causados por los factores climatológicos. Un portavoz de la Confederación Sindical Independiente de Funcionarios (CSIF) indicó que la pasada semana fue un golpe de suerte el hecho de que la niebla justificara los retrasos de Barajas.

La niebla cubrió Barajas el pasado lunes, y el presidente del Gobierno tuvo que aterrizar en Torrejón. "Gracias a la niebla, la gente no se enteró de que se había averiado durante 20 minutos el sistema informático, que, por cierto, lo suele hacer con frecuencia", indicó el portavoz. sindical.

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