TRIBUNALES

La acusación pide 10 años de prisión para un juez de paz por una falsa boda

La acusación particular pidió ayer a la Sala de lo Civil y lo Penal del Tribunal Superior de Andalucía más de 10 años de prisión para el juez de paz de Benalmádena (Málaga), José García Barceló, por casar a un individuo en proceso de divorcio y destruir luego los documentos de registro. El juez aseguró que no celebró tal boda, sino que, para evitar un escándalo entre los familiares y los convidados, consintió en pronunciar un discurso de elogio a los novios, quienes más tarde, con idea de no alarmar a la concurrencia, firmaron un papel en blanco junto con los testigos, que no advirtieron nada....

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La acusación particular pidió ayer a la Sala de lo Civil y lo Penal del Tribunal Superior de Andalucía más de 10 años de prisión para el juez de paz de Benalmádena (Málaga), José García Barceló, por casar a un individuo en proceso de divorcio y destruir luego los documentos de registro. El juez aseguró que no celebró tal boda, sino que, para evitar un escándalo entre los familiares y los convidados, consintió en pronunciar un discurso de elogio a los novios, quienes más tarde, con idea de no alarmar a la concurrencia, firmaron un papel en blanco junto con los testigos, que no advirtieron nada.Francisco Medina, en proceso de divorcio, decidió casarse por lo civil con Nuria Galán, que había quedado embarazada. Como no estaba divorciado aún, Medina contactó con el juez, al que conocía, y ambos fijaron la boda para el 8 de febrero de 1989. El juez, que negó tener vínculos con el contrayente, explicó al tribunal que Medina se presentó como divorciado y que le indicó que aportara la correspondiente sentencia. El día de la boda, unos 40 invitados se reunieron en el juzgado. El secretario estaba de vacaciones.

Según la acusación, el juez y el novio de Nuria se conchabaron para celebrar la boda. García Barceló negó tal extremo y dijo que númitos antes del enlace Medina le dijo que no tenía la sentencia. "Coaccionado moralmente y para evitar un escándalo", dijo el juez de paz, "celebré un acto protocolario, un simple discurso, pero no autoricé ni celebré el matrimonio".

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