¿Pero quién manda aquí?
"Un Ayuntamiento solo no puede arreglar los grandes problemas de Madrid", dice Juan Barranco. "El tráfico, los transportes públicos o la vivienda no se pueden afrontar sin el acuerdo de todas las administraciones". Es la solución y también el problema; sobre todo para el PP, que en todas las mesas tripartitas está en desventaja.El comité ejecutivo del Consorcio Madrid 92 está formado por 11 miembros. La representación municipal la conforman siete personas, frente a cuatro socialistas (dos de la comunidad y dos del Ministerio de Cultura). Pero el equipo del alcalde no tiene la mayoría, ya que e...
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"Un Ayuntamiento solo no puede arreglar los grandes problemas de Madrid", dice Juan Barranco. "El tráfico, los transportes públicos o la vivienda no se pueden afrontar sin el acuerdo de todas las administraciones". Es la solución y también el problema; sobre todo para el PP, que en todas las mesas tripartitas está en desventaja.El comité ejecutivo del Consorcio Madrid 92 está formado por 11 miembros. La representación municipal la conforman siete personas, frente a cuatro socialistas (dos de la comunidad y dos del Ministerio de Cultura). Pero el equipo del alcalde no tiene la mayoría, ya que en la representación municipal se incluye a tres miembros de la oposición. Resultado: PSOE, seis; PP, cuatro; IU, dos.
El Ayuntamiento, sin embargo, no siempre está en minoría a la hora de poner dinero. Hasta la fecha ha aportado a Madrid 92 2.000 millones de pesetas, frente a los 100 millones que ha puesto la Comunidad de Madrid y los 100 millones del ministerio. Un concejal del PP asegura tenerlo todo en contra. "Pablo López de Osaba es un hombre de José Manuel Garrido [subsecretario de Cultura]. Son mayoría. Han hecho la programación que han querido, y ahora, cuando empiezan las críticas, pretenden responsabilizarnos a nosotros de la gestión".
Desequilibrio
En el Consejo de Administración del Consorcio Regional de Transportes las cosas tampoco están más equilibradas. De sus 19 miembros, sólo tres pertenecen al equipo de gobierno municipal, frente a un total de 10 socialistas (cuatro representantes de la comunidad, un edil socialista del Ayuntamiento de la capital, tres representantes de Ayuntamientos de la región y dos de la Administración central). El Gobierno nacional aporta 23.000 millones de pesetas al transporte, mientras la comunidad contribuye con 20.000 millones y el Ayuntamiento con otros 13.300 millones.
El más equilibrado es el Consorcio para el Realojamiento de la Población Marginada, que sólo depende de la comunidad y el Ayuntamiento de Madrid (la Delegación del Gobierno se retiró) y cuya financiación se realiza a partes iguales. En este organismo hay menos dinero -80 millones fue el presupuesto de 1991- y menos disputas, aunque también se está revisando quién pone más. Para los socialistas, la razón de que este consorcio sea menos polémico está en que, simplemente, no funciona porque los populares lo están dejando morir.
En el Consorcio para el Realojamiento de la Población Marginal se paga en especie: el Ayuntamiento aporta el suelo y la comunidad construye. Pero ya lo ha denunciado más de una vez Leguina en la Asamblea: "No podemos construir en el aire".