Cartas al director

Satisfacciones diarias

No quería dejar pasar otro año sin antes agradecerle a usted y a todos sus, trabajadores las pequeñas satisfacciones diarias que desde hace años me proporciona su periódico.Gracias a Maruja Torres, sobre todo, por ser como es, por no olvidarse de los que sufren, de las injusticias, de los desaparecidos. Sus columnas son un bálsamo y un alivio para el alma, A nuestra Maruja no le da ningún remordimiento poner a parir a cualquiera de los gañanes que pueblan el panorama político o social. Y eso hay que agradecérselo a ustedes: en sus columnistas no existe la censura, y si la hay, de verdad que no...

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No quería dejar pasar otro año sin antes agradecerle a usted y a todos sus, trabajadores las pequeñas satisfacciones diarias que desde hace años me proporciona su periódico.Gracias a Maruja Torres, sobre todo, por ser como es, por no olvidarse de los que sufren, de las injusticias, de los desaparecidos. Sus columnas son un bálsamo y un alivio para el alma, A nuestra Maruja no le da ningún remordimiento poner a parir a cualquiera de los gañanes que pueblan el panorama político o social. Y eso hay que agradecérselo a ustedes: en sus columnistas no existe la censura, y si la hay, de verdad que no se nota nada.

A veces, se lo digo en serio, me dan hasta ganas de llorar al ver cómo todavía escriben sobre Juantxu o tienen un recuerdo para los que en estas fechas de obligada alegría sufrimos por incomprensibles desgracias.

Gracias, Pedro Sorela. Son miles de muertos anónimos a los que hay que prestar el debido espacio, o al menos eso es lo que estudiamos en la facultad: informar, informar y no deformar.

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Un botón: periódicos ha habido que han dedicado 15 páginas al bombazo del sida de Magic; lo correcto es informar, pero a la vez dar la misma relevancia a las previsiones de muertos en África o tener un recuerdo para los miles de apestados que, sin llamarse Magic, pasan su jamacuco individual sin Dios que los recuerde.

Por eso y por muchas otras cosas, PAÍS, gracias. Te quiero.-

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