Tribuna:

Postizos

Ahora resulta que nos tenemos que quitar la silicona porque produce deficiencias inmunológicas en los tejidos cercanos al implante. Nos vamos a quedar en nada. Yo he llamado a mi médico y me ha dicho que me ponga a la cola, que esta semana tiene que deshacer 200 pechos, 115 nalgas y 3.000 párpados. En nada, nos quedamos en nada; si no se lo creen, miren las fotos de la Obregón antes de que jugaran al mecano con ella.Lo peor es que esto pase en un año tan señalado como el 92. Teníamos que estar turgentes, abultados y planchados para presentarnos ante el mundo, y nos van a ver con los pechos caí...

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Ahora resulta que nos tenemos que quitar la silicona porque produce deficiencias inmunológicas en los tejidos cercanos al implante. Nos vamos a quedar en nada. Yo he llamado a mi médico y me ha dicho que me ponga a la cola, que esta semana tiene que deshacer 200 pechos, 115 nalgas y 3.000 párpados. En nada, nos quedamos en nada; si no se lo creen, miren las fotos de la Obregón antes de que jugaran al mecano con ella.Lo peor es que esto pase en un año tan señalado como el 92. Teníamos que estar turgentes, abultados y planchados para presentarnos ante el mundo, y nos van a ver con los pechos caídos, las nalgas escurridas y las patas de gallo hasta las orejas. Qué desastre. Con lo turbulento y lo duro que me había puesto yo para estos fastos y ahora dicen que me tienen que desarmar de nuevo para. que no me infecte.

Y yo, al fin y al cabo, soy un particular que puede sustituir la silicona por un eslogan del tipo de la arruga es bella. Pero la s instituciones no aguantan el desimplante ni de broma. Y si no, vean lo que pasa: Alfonso Guerra, que era la silicona de Felipe, ha dejado al Gobierno hecho un cristo, con unas bolsas en la comisa cantábrica que le llegan al ministro de Industria hasta los talones. Todo empezó con, una infección local en los bajos andaluces, pero el virus comenzó a extenderse llegando a necrosar miembros tan importantes como el Galeote. Total, que hubo que deshacer el implante y donde antes había unos pechos duros como piedras ahora está Narcís Serra, que no excita. Sin embargo, el implante, aun fuera del cuerpo gubernamental, continúa poniendo burros a los Ramallo y compañía. Y es que nos han tocado unos tiempos en los que el postizo es la estrella. Con todo, lo peor va ser cuando intenten quitar la silicona al edificio de Ferraz.

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