Tribuna:

Más dinero y menos nervios

La Bolsa española se está dedicando, tal y como hace Wall Street, a consolidar las posiciones logradas al amparo del cierre del ejercicio anterior y de la lógica confusión del inicio de un año tan repleto de expectativas como es el 92. El dinero, en parte procedente del extranjero, pone ahora menos impedimentos a la hora de tomar posiciones y ello a pesar de que los vaivenes de los mercados ofrecen momentos de auténtico vértigo.En esta sesión hubo bastantes dudas hasta que se llegó al convencimiento de que el papel apenas presiona, punto en el cual el índice se permitió un respiro que perdió f...

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La Bolsa española se está dedicando, tal y como hace Wall Street, a consolidar las posiciones logradas al amparo del cierre del ejercicio anterior y de la lógica confusión del inicio de un año tan repleto de expectativas como es el 92. El dinero, en parte procedente del extranjero, pone ahora menos impedimentos a la hora de tomar posiciones y ello a pesar de que los vaivenes de los mercados ofrecen momentos de auténtico vértigo.En esta sesión hubo bastantes dudas hasta que se llegó al convencimiento de que el papel apenas presiona, punto en el cual el índice se permitió un respiro que perdió fuerza a medida que se acercaba la hora de apertura de la Bolsa norteamericana. Tampoco allí estaban las cosas demasiado claras al principio, pero la ausencia de cualquier peligro importante e inmediato favoreció una escalada de las cotizaciones que tuvo un reflejo inmediato en estos mercados.

El volumen negociado, con muchas menos aplicaciones, indica la vuelta de los inversores al mercado, aunque sus movimientos se sucedan en unos plazos excesivamente cortos como para darle estabilidad a la orientación actual. Aún así, la ausencia de papel es evidente y los peligros de las últimas semanas parecen quedar ya muy atrás. El índice ganó 1,70 puntos.

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