Resaca de campeonato

Las fiestas sonadas, y la de fin de año en la bolsa lo ha sido, suelen acabar con una fuerte resaca en el mejor de los casos. El maquillaje se ha venido abajo y el mercado ha mostrado su cara de los últimos días, ésa que indica el vértigo de la caída a esa especie de pozo a que se dirigen los cambios.Las causas de esta dirección de los precios están tanto en las exageraciones anteriores -permitidas por la autoridad competente por cierto- como en las tomas de beneficios de Wall Street, mercado que tampoco ha permanecido ajeno a las sesiones de maquillaje intensivo. La confusión de los inversore...

Las fiestas sonadas, y la de fin de año en la bolsa lo ha sido, suelen acabar con una fuerte resaca en el mejor de los casos. El maquillaje se ha venido abajo y el mercado ha mostrado su cara de los últimos días, ésa que indica el vértigo de la caída a esa especie de pozo a que se dirigen los cambios.Las causas de esta dirección de los precios están tanto en las exageraciones anteriores -permitidas por la autoridad competente por cierto- como en las tomas de beneficios de Wall Street, mercado que tampoco ha permanecido ajeno a las sesiones de maquillaje intensivo. La confusión de los inversores ha sido grande en esta jornada de apertura del ejercicio ya que a las retiradas de los que creían en una recuperación se han unido las ventas de los paquetes de acciones que, por primera vez, no pagarán a Hacienda por las plusvalías obtenidas. Resulta imposible saber cuál de estas dos partidas ha tenido más peso en la caída del índice general, pero el caso es que al efecto combinado de las dos hubo que sumarle una fuerte realización de beneficios en Wall Street. De esta forma, la sesión discurrió en un ambiente vendedor que fue ganando fuerza a medida que pasaban las horas. Al final, y con Wall Street perdiendo 23 puntos, el nuevo índice general de la Bolsa de Madrid cedió 7,31 puntos.